La Federación de Estudiantes Dominicanos FED en coordinación con la Unión de Estudiantes Revolucionarios UER; Grupo Fragua; Bloque Revolucionario Cristiano BRUC; Juventud Revoluciona Cristiana JRC; la Juventud Radical Revolucionaria convocó a los estudiantes de las escuelas, los liceos y de la Universidad Autónoma de Santo Domingo UASD para concentrarse el 9 de febrero del 1966 frente al Palacio Nacional.
Esta movilización buscaba que las tropas de intervención de los Estados Unidos de Norteamérica; El Salvador, Honduras, Nicaragua, Brasil y Paraguay desalojaran los centros escolares y salieran del país.
Bajo el sol de una mañana caliente los estudiantes en edades de 12, 13, 14, 15 años y menos de 20 años portaban cuadernos, libros y lápices gritando consignas fuera el yanqui invasor; aumento del presupuesto a la UASD; reconocimiento del Movimiento Renovador y una mejor educación.
EL AMETRALLAMIENTO
El ametrallamiento se inició cuando Romeo Llinas baja las escalinatas del Palacio Nacional, para llevar un mensaje de la comisión de dirigentes estudiantiles que esperaban ser recibido por el presidente provincial Héctor García Godoy.
Seguido por un grupo de estudiantes Romeo Llinas, llega donde estaba un balcón que fue tomado como tribunal.
Una voz dice Santanita a viene Romeo con un mensaje súbelo.
Auxiliado por los compañeros Romeo es cargado y cuando lo subían, un policía que estaba en la parte de atrás trata de darle un culatazo este mismo policía les tiran en la cara un frío, frío y suena un primer disparo y el segundo disparo abre la puerta de infierno escuchándose el tableteo de las ametralladoras. Fue tal la orgia de tiros por todos los lados que un oficial de la policía grita no disparen, no disparen e impotente dice coño no disparen, no disparen y penetra al palacio donde tira su ametralladora San Cristóbal desapareciendo de la escena.
Los disparos seguían y algunos estudiantes que tenían cierto entrenamiento porque había participado en la guerra de abril instruían diciendo al suelo al sueleo nadie se pare.
Hubo tres recesos cortos, estallidos de bombas lacrimógenas y el estruendo de una grada.
Cuando todo terminó se asistieron a los heridos, mientras en el pavimento estaban los cuerpos de Miguel A. Tolentino, Luis Jiménez Mella y Antonio Santos Méndez, quienes murieron el lugar.
Las compañeras Amelia Ricart Calventi, Brunilda Amaral y Tony Pérez resultaron gravemente heridos.
El 3 de marzo muere Altagracia Amelia Ricart Calventi, en el hospital de San Antonio Texas.
LOS JUEGOS DE VOLEIBOL Y LA RESISTENCIA
La masacre creó una gran indignación y se activaron los comandos de de abril que en la mañana jugaban voleibol y en las noches preparaban las embocadas a las tropas de ocupación.
Los combates nocturnos se desarrollaron en San Carlos, San Antón, Santa Bárbara y otros lugares.
Las acciones militares de los combatientes constitucionalistas presagiaban el reinicio de la guerra.
El presidente en arma de la revolución coronel, Francisco Alberto Caamaño Deñó llamó a la dirigencia estudiantil para pedirle que cesaran los combates porque eso podría ser tomado como pretexto para mantener la ocupación militar Norteamérica y sus aliados.
En la reunión Caamaño dijo mis hijos ustedes son jóvenes y en el futuro serán la fuerza determinante, paren eso.
Este mensaje caló levantándose la resistencia popular que se extendió como una llama en el país. Yo estaba ahí en mi calidad de dirigente estudiantil y secretario general del Distrito Nacional de la UER.
JERARCAS MILITARES
Los compañeros que estaban sentados en la escalera del Palacio Nacional fueron testigos de la presencia de los generales Martínez Arana, jefe del ejército; Rivera Caminero de la Marina de Guerra; Ford Pérez, jefe de la Fuerza Aérea Dominicana; y el coronel, Elías Wessin y Wessin.
Se dice que la orden de disparar a los estudiantes provino de ese encuentro porque formaba parte de una trama para que se mantuviera la invasión.
LA TROMPADA DE DIOMEDES MERCEDES
Lleno de coraje Diomedes Mercedes, le dio una trompada a un oficial de los que habían participado en el ametrallamiento. Así lo testifican los compañeros presentes.
QUE NO SE REPITA
En una reunión preparatoria para conmemorar un aniversario del 9 de febrero del 1966 expresé QUE NO SE REPITA y el compañero Rafael Rodríguez El Mellizo preparó un arte para imprimir un afiche con el slogan que no se repita.
En el 50 aniversario de este cobarde ametrallamiento repetimos QUE NO SE REPITA.
Los acontecimientos como sucedieron
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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