Los Ángeles.- Hubo abrazo, frío, entre Kobe Bryant (cinco puntos y nueve asistencias) y Dwight Howard (14 puntos y 15 rebotes) antes del encuentro entre Los Angeles Lakers y Houston Rockets que vencieron los texanos (112-95) este domingo en el Staples Center. Las aguas llegaron calmadas después de la buena vibra que mostraron en el juego que disputaron el 17 de diciembre en el segundo de los tres enfrentamientos entre ambos equipos. Todos se han saldado con derrota angelina.
El tiempo lo cura todo, también el hecho de que se esté tratando de la última temporada de la carrera de Kobe. Los aromas a despedida calman los ánimos y encauzan actitudes. La relajación y el disfrute son dos de los atributos que ha acuñado el escolta en ésta, su última etapa. Se toma la vida de otra manera, pone las cosas en perspectiva, algo que también ha llevado a cabo Howard tras años de desplantes entre ambos.
Si el fuego está apagado entre los excompañeros, aún humea la llama de unos aficionados que no le perdonan que se marchara de los Lakers hace dos temporadas. Los gritos contra el pívot fueron para todos los gustos. Su reacción, la de siempre: sonrisa de oreja a oreja y un aleteo con los brazos con los que pedía más. Su leña avivó las consignas en contra en lo que para muchos fue el único entretenimiento de una noche aciaga, y ya van 34.
«¡Howard, enséñame tus anillos de campeón!», profirió uno de los asistentes al juego en la que fue una de las consignas más leves.
En el apartado puramente deportivo, Houston se llevó una cita en la que los Lakers hicieron una buena primera mitad en la que llegaron al descanso con tres puntos de desventaja. En el tercer periodo cayeron en barrena tras ceder 16 puntos en contra y nunca más pudieron rehacerse. Kobe jugó un total de 24 minutos y tras nueve asistencias superó a Jerry West en el puesto 28 de máximos asistentes de la historia de la liga.
«Significa mucho para mí. Es un logro del que me siento muy orgulloso», afirmó.
Kobe participó en su segundo partido consecutivo en dos días después de que en los últimos juegos haya tenido molestias en el tendón de Aquiles.
«Me sentí muy bien esta noche. Estaba suelto. Lo noté más en el segundo tiempo. La clave es tratar de mantenerlo suelto», agregó. «Es importante salir a jugar si puedo. Siempre te sientes terrible cuando no puedes hacerlo, por los aficionados. Si puedo jugar debo jugar», sentenció.
Recibimiento hostil para Howard en LA
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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