Washington.- El gobierno del presidente Barack Obama trabaja en una iniciativa para ampliar la definición de qué se considera un vendedor de armas, lo cual pondría bajo control los antecedentes de grandes compradores, indicaron fuentes oficiales.
La información trascendió tras la visita del mandatario el viernes en la noche a San Bernardino, California, donde se reunió con las familias de las víctimas del atentado que dejó allí 14 muertos y 22 heridos.
Ayudantes del presidente citados por el diario The New York Times dijeron, sin embargo, que la propuesta enfrentaría desafíos legales, prácticos y políticos, y su anuncio puede demorar al menos un mes.
Durante un recorrido alrededor del lugar donde ocurrió la masacre, Obama ofreció sus condolencias a las familias de las víctimas y preguntó acerca de aquellos que fueron asesinados, a la vez que trató de calmar los temores del pueblo estadounidense sobre posibles acciones terroristas durante las festividades navideñas.
Dijo que las autoridades del país están atentas a la prevención de los ataques terroristas y no aceptó que continúen acciones como la ocurrida en San Bernardino.
La Casa Blanca trabaja con cuidado en su mensaje sobre la lucha contra el terrorismo y los asesinatos de personas en acciones internas en el país, donde la línea que separa ambos asuntos es muy estrecha.
Recientes informes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) del país indican que por primera vez en más de 60 años, las armas de fuego y los accidentes de automóviles cobran igual número de vidas entre la población.
Sin embargo, en momentos en que los homicidios y masacres por el uso de armas de fuego es viral en el país, los republicanos en su último debate esta semana en Las Vegas, Nevada, ignoraron el problema pese a que en 2014, la tasa de mortalidad ajustada que causan ambos problemas se sitúa en 10,3 muertes por cada 100 mil personas.
El diario The Washington Post señaló el viernes que la espiral criminal se asocia a la labor de bloqueo ejecutada por la Asociación Nacional del Rifle y muchos propietarios de armas, opuestos a la verificación de antecedentes universales pese al apoyo abrumador de los propietarios de armas y la población del país.
Cerca de 30 mil estadounidenses mueren al año a causa de las armas de fuego y cerca de la mitad de la población es partidaria de establecer mayores controles.
Gobierno de Obama trabaja en ley para controlar armas
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