Los problemas internos que enfrentan los partidos, el ego personal de muchos aspirantes a cargos electivos y el descrédito en que han caído las diferentes fuerzas policías del país, mantiene a un gran porcentaje de dominicanos y dominicanas indecisos de cara a las elecciones del 15 de mayo del próximo año.
El panorama luce más grave, cuando nos adentramos a analizar la situación de los partidos políticos, donde la disciplina y el amor por esas entidades se ha perdido, a juzgar por las renuncias que se han producido de pre-candidatos que han pasado a formar filas a otras parcelas políticas, disgustados por los métodos que se han empleado para la selección de candidatos a cargos Congresuales y Municipales.
Es evidente que nos encontramos frente a una nueva modalidad de hacer política, donde lo que se impone por encima de lo partidario, son los intereses de proyectos o grupos que se unen alrededor de determinados candidatos para alcanzar posiciones electivas y desde allí formar su propio gobierno al margen de toda dirección política o gubernamental.
Esa nueva forma de hacer política, ha sido lo que ha hecho implosionar a los partidos políticos provocando que la mayoría de los aspirantes se marchen hacia otras fuerzas políticas, dejando atrás años de lucha solo porque les garantizan seguir llevando a cabo sus proyectos en compañía de sus gentes.
Es importante saber que muchos de esos proyectos están integrados por dirigentes políticos con propósitos comunes y que una vez llegar a ocupar las posiciones a que aspiran se convierten en mafias que asaltan las instituciones públicas para producir beneficios personales y comprar impunidad gubernamental.
Esa inestabilidad que se observa en nuestros partidos políticos está provocando pánico entre los votantes y si no le ponemos freno a esa situación la veremos reflejada en una alta abstención en las elecciones del 15 de mayo del próximo año.
Sin embargo, y como es una costumbre en la República dominicana, lo peor de todo es, que la mayoría de esos a quienes muchos les llaman tránsfugas, luego que pierden las elecciones vuelven nuevamente a sus partidos de origen y son recibidos como si no hubiera pasado nada, lo que hace más daño a los mismos partidos políticos y al sistema que ellos representan.
Por esa razón, es que en nuestro país, necesariamente se debe aprobar una ley de partidos políticos para que todas estas situaciones que se han venido produciendo en el accionar político sean corregidas y de esa manera podamos detener el descrédito en que han caído nuestros partidos políticos.
Es lamentable que la crisis que enfrentan los partidos haya creado tanta confusión entre los electores hasta el punto de que a seis meses de las elecciones del próximo año, exista un número importante de dominicanos que no se sienten motivados ni atraídos por las ofertas electorales que han presentado las fuerzas políticas, porque lo que se ve es que todos esos proyectos lo que buscan es repartirse el pastel estatal y no llevar soluciones a los problemas nacionales.
Hasta tanto los partidos políticos no logren, con sus buenas y ejemplarizadoras acciones borrar esa percepción en las mentes de los electores, los candidatos y sus proyectos no contaran con el respaldo de los ciudadanos más sensatos y capaces de aportar ideas a las soluciones de los problemas que nos afectan a todos.
Es hora de que hagamos un alto en la carrera alocada y desconsiderada de descredito en que han caído muchos de nuestros partidos y dirigentes políticos y fijemos nuestra mirada hacia el futuro que le espera al país, para que luego no tengamos que lamentar por haber pensado en el porvenir de unos pocos, perjudicando el futuro de la mayoría de los dominicanos.
agendasemanal@hotmail.com
Panorama político genera confusión en población dominicana
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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