Los Ángeles. – Fiel a su costumbre, Clayton Kershaw evitó las excusas y le brindó todo el crédito a su oponente monticular en la victoria de los Mets de Nueva York en el Juego 1 de la Serie Divisional de la Liga Nacional.
El zurdo texano ponchó a 11 pero se metió en problemas en la séptima entrada – ese fatídico episodio que lo complicó la postemporada pasada – y terminó la noche con 6 2/3 entradas lanzadas en las que permitió tres carreras limpias, producto de cuatro hits y cuatro boletos.
«Me superó», resumió el as de los Dodgers sobre Jacob deGrom. «Esa es la moraleja de la historia. Jake lanzó un juego increíble. Batallamos y cargamos algunos conteos, pero me superó».
Un cuadrangular solitario de Daniel Murphy en la parte alta de la cuarta entrada había sido su única mancha, en un partido que contó con un duelo electrizante entre dos de los mejores brazos de todo el béisbol.
Sin embargo, en la séptima entrada Kershaw perdió un poco de precisión y eso trajo la debacle. Boletos a Lucas Duda, Rubén Tejada y Curtis Granderson obligaron a Don Mattingly a cambiarlo, tras 117 pitcheos lanzados y a solo un out de salir ileso de aquel episodio.
«Llegando a ese inning sabíamos cuál era su conteo, y pensamos que llegaría solo hasta Granderson», explicó el timonel de los Dodgers. «Si volvíamos a Wright, por cuarta vez, y cómo él batea a los zurdos, sentimos que era el lugar para hacer el cambio».
Mattingly descartó que su decisión estuviera influenciada por lo que pasó ante los Cardenales de San Luis en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional en 2014. En aquella ocasión, el mánager de los locales ratificó su confianza sobre Kershaw en distintos momentos de adversidad, y tanto Matt Adams como Matt Carpenteracabaron aprovechándose de los Dodgers.
«Era más una cuestión de que David es muy bueno – sus números ante zurdos son muy buenos», repitió Mattingly. «Vuelvo a lo de la cuarta vez. Ya había caminado a tres en el inning. Con Duda le faltó un poquito de sincronización. Luego sacamos a Cuddyer. Con Tejada estuvo 0-2 pero no lo pudo sacar, y luego batalló y batalló con Curtis y lo terminó caminando. En ese punto sentí que tenía que ir con un derecho ante David».
Kershaw dijo que se sintió bien a lo largo de la noche pero coincidió en que los pases libres fueron su talón de Aquiles. Por eso, el zurdo evitó también poner en duda el razonamiento de Mattingly.
«Me puse a mí mismo en esa posición y no había mucho lugar para discutir», reconoció. Mattingly envió al lanzallamas dominicano Pedro Báez al montículo y este, tras llenar la cuenta, le sirvió una recta a Wright que este impulsó al jardín central para empujar dos carreras – ventaja que a la postre fue suficiente para llevarse el Juego 1 por 3-1.
«Es uno de los dos derechos que sentimos que tenía el poder para enfrentar a David», indicó Mattingly, probablemente refiriéndose a Kenley Jansen como la otra opción. «No estábamos en ese punto todavía para sacar solo un out».
Para Kershaw fue un final triste y otra oportunidad perdida para poder reivindicarse en la postemporada, donde ahora su récord es de 1-6, con efectividad de 4.26 – números poco acordes para uno de los mejores serpentineros de su generación y que, a sus 26 años, ya es tres veces ganador del Premio Cy Young.
Para los Dodgers el revés también fue duro, ya que el esfuerzo realizado para conseguir el factor cancha en las últimas semanas de la campaña regular se perdió en cuestión de nueve innings el viernes por la noche.
Sin embargo, los californianos tendrán ahora la chance de equiparar la serie con nadie menos que Zack Greinke en la loma. El derecho, firme candidato al Premio Cy Young, se medirá al novato Noah Syndergaard este sábado.
Kershaw se echa la culpa popr derrota de los Dodgers
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