El presidente del Colegio Médico Dominicano (CMD), Pedro Sing, alertó que el país está a las puertas de un brote epidémico de dengue, y no solo habló de la cantidad de pacientes que abarrotan los hospitales, sino de las decenas de muertes que por esta causa han tenido lugar.
El especialista observó algo que impone reflexión colectiva, y es que la situación del agua agrava el problema, debido a que un elevado número de familias no tienen otra opción que guardar el agua en improvisados reservorios y resulta que el vector del dengue, el mosquito Aedes Aegypti, se da y multiplica en tales condiciones.
No solo Sing exige que se aúnen los esfuerzos para evitar una propagación lamentable que desborde la capacidad del país en los próximos días. Se trata de un asunto de Estado, al que hay que prestar atención suprema y si bien pueden algunos médicos errar en sus manejos y diagnósticos, se conoce de sobra que son muchos más los factores que redundan en este peligro que corre República Dominicana ante el avance de la enfermedad, que sigue atacando, principalmente, a la población más vulnerable de niñas, niños y envejecientes.
Clásico, o de otra forma, el dengue afecta y puede, como así ha sido, causar víctimas mortales. Las medidas preventivas tienen que ser las herramientas fundamentales para evitarlo y esto significa educar a la población en la limpieza de su entorno; impedir cúmulos de agua, recordando que aun en la aparentemente limpia, se reproducen los insectos. Sin olvidar el resto de las medidas higiénicas imprescindibles para salvar la salud ciudadana.
Sí, corremos peligro
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