El bien y el mal

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Así es que van unidos, a un compás, el bien y el mal, y es el caso del paso de la tormenta tropical Erika, cuyas secuelas resultaron una bendición para  la producción agrícola, tan afectada por la sequía; pero también dejó daños a acueductos, puentes y centenares de viviendas afectadas.
 
En Montecristi, por ejemplo, el 35% de la plantación de banano en la finca del proyecto La Cruz de Manzanillo fue destruida por los vientos causados por el paso de la tormenta, dejando tras sí pérdidas que se estiman en un  monto superior a los 50 millones de pesos.
 
Y se trata de un proyecto bananero que exporta 160 millones de pesos al año, con una proyección de incrementar unos 700 millones de pesos en el año 2016; sin olvidar que el  mercado en la producción de banano en el país moviliza más de 300 millones de dólares al año en exportación hacia países europeos, como Italia, España, Alemania, Francia, Holanda e Inglaterra, mientras que se espera seguir aumentando esa cantidad con un acuerdo comercial con el gobierno japonés.
 
De todos modos, hay que  resaltar que gracias a las  medidas preventivas de las autoridades competentes en los hoteles ningún turista confrontó dificultades ni se han tenido que lamentar víctimas humanas, y todavía cuando la tormenta se alejaba del país, los organismos  encargados de proteger a la población advertían de lluvias y otros peligros.
 
Es que, precisamente este 31 de agosto, hace 39 años, el paso del huracán David, con vientos superiores a los 240 kilómetros por hora, causó la muerte de dos mil 400 personas, destruyó más del 70% del sistema eléctrico y más de 600 mil personas perdieron sus hogares en diferentes regiones del país.
 
Ahora, la tormenta tropical Fred se ha transformado en el segundo huracán de la temporada en la cuenca atlántica, y hasta que concluya la época ciclónica habrá que prestar mucha atención a las orientaciones de los organismos e instituciones, a quienes hay que obedecer y sobre todo agradecer que cuiden de cada quien  de manera satisfactoria y humana.