La marea ascendente de podredumbre relacionada con el caso Petrobras sube cada día un grado en Brasil, amenazando con dejar al país paralizado en una crisis política en la que todos miran a todos. No hay dudas que esto se extenderá a las naciones socias de las empresas involucradas en este mayúsculo escándalo de corrupción.
En República Dominicana se mueven los tentáculos de dos de estas compañías, sin embargo, aquí el problema apenas empieza a sentirse con la paralización de los trabajos de construcción de las presas de Monte Grande y Sabana Yegua, los cuales se encuentran afectados desde hace varios meses, a causa de la situación legal por la que atraviesa la constructora brasileña Andrade Gutiérrez.
Esto significa que los tentáculos de esa maraña corruptela llegaron hasta esta nación caribeña, haciendo un daño incalculable y hasta el momento imperceptible; pero, que no tardará mucho en explotar.
El Senado dominicano autorizó en 2011 a la empresa Andrade Gutiérrez a buscar el financiamiento de 354 millones 282 mil 988 dólares para el diseño, construcción y gestionar el financiamiento del proyecto múltiple, ubicado en el Sur del país.
Por esta paralización se están perdiendo más de dos mil 500 empleos directos, mil plazas demandadas para la construcción y mejoramiento de la infraestructura de riego, 12 mil 500 nuevos empleos permanentes en la actividad agrícola en las zonas de bajo riego y nuevas fuentes de trabajos y producción de pesca.
El desarrollo no halla la forma de llegar a la zona sur del país y este escándalo que se origina en el distante Brasil, lo aleja aún más. Esta empobrecida demarcación necesita que las autoridades nacionales hablen sobre el tema y busquen la forma de solucionarlo.
Mantenerse con la boca cerrada no es la cura de este mal. Así no se puede.
Tentáculos llegan a RD
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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