Sanarnos a nosotras, sanar a nuestro mundo

En nuestro cuerpo no solo llevamos dolor como personas, sino también como mujeres que somos. Aunque lo transportemos de manera inconsciente, él está ahí, junto con el de nuestras madres, nuestras abuelas y el resto de mujeres del planeta.
 
Formamos una parte activa del legado cultural que nos dejaron y que dejaremos. Las mujeres de nuestra familia fueron educadas para desconfiar de su cuerpo y desconocer sus procesos corporales.
 
Explícita o implícitamente, el dolor de las mujeres se hereda. Sin embargo, bajo las capas y capas de negación a partir de las que nos hemos moldeado, está el poder de la mujer.
 
Esa mujer valiente que es capaz de reconocer que necesita descansar en vez de exigirse más sacrificio, que sabe que se da en exceso y que no tiene que hacerlo.
 
No está bien para nosotras que nos traguemos nuestras lágrimas, que nos olvidemos de permanecer con nosotras mismas y que nos resistamos a sentir.
 
Somos merecedoras de amor como cualquier otra persona y no entregarnos en cuerpo y alma a los demás no implica fracasar como mujer.
 
http://mejorconsalud.com/sanarnos-nosotras-sanar-mundo/

Compartir esta publicación:

WhatsApp
Facebook
X
LinkedIn
Pinterest

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *