Los San Antonio Spurs son el Fénix de la NBA, resurgiendo de las cenizas cuando todos los dan por muertos para luego volver a posicionarse al frente de la fila como candidatos (no, candidatazos) a ser campeones por segunda vez en tres años la temporada que viene.
Los Spurs han sido monarcas de la mejor liga del planeta cinco veces desde 1999 y no ganan menos del 60 por ciento de sus juegos en la temporada regular desde 1997, y la campaña 2015-16 no será la excepción.
Se suponía que el doble dramático de Chris Paul para que los Los Ángeles Clippers prevalezcan en el séptimo juego de la primera ronda de los playoffs de la temporada pasada sería una daga que perforaba al corazón de la dinastía moderna del básquetbol, pero Gregg Popovich todavía no se ha cansado de ganar.
Te lo digo desde ya, para que no quepa duda: La combinación de la llegada de LaMarcus Aldridge y David West como refuerzos combinada con el regreso de tres pilares como Tim Duncan, Manu Ginobili y Danny Green convierte al conjunto tejano en la principal amenaza para unos Golden State Warriors que actualmente ocupan el trono que alguna vez supo ser suyo.
En Las Vegas, solo los Cleveland Cavaliers cuentan con mejores probabilidades de alzar la copa.
¿No están convencidos? Bueno, repasemos lo que los otros contendientes de la Conferencia Oeste tienen para ofrecer.
Los Clippers, sus verdugos, se quedaron afuera de la postemporada en la segunda ronda por falta de recambio y ese problema se exacerba ante la inesperada ida de un defensor de elite y protector de la zona pintada como DeAndre Jordan.
El Oklahoma City Thunder cuenta con Kevin Durant, Russell Westbrook y Serge Ibaka, pero primero demuestren que no están hechos de vidrio, se mantienen saludables y después hablamos de llegar a las Finales por primera vez desde el 2012.
Los Rockets son formidables, pero Dwight Howard se achica en las difíciles y ya vimos comoJames Harden no pudo solo en las Finales del Oeste contra un equipo completo contra los Warriors. Los Spurs presentan el mismo obstáculo.
¿Los Grizzlies? Marc Gasol y Zach Randolph son capaces de hacerles frente a Duncan, Aldridge y West en la zona pintada, pero se ven desbordados por su falta de explosión ofensiva.
En Portland los Trail Blazers dieron varios pasos atrás sin Aldridge y Wesley Matthews, los New Orleans Pelicans no son candidatos por más dinero que le den a Anthony Davis y los Mavericks son un enigma.
Ya ven, esto no se trata sobre ganadores o perdedores de la agencia libre, mercados grandes o pequeños, sino de una cultura organizacional tan impecable que el éxito no es más que una consecuencia coherente a los pasos tomados con cautela y sobriedad.
El ejemplo principal lo puso Tim Duncan, regresando para disputar su decimonovena temporada como profesional con la única camiseta que se ha puesto durante casi dos décadas repletas de títulos y gloria.
Duncan demuestra que la cultura del sacrificio no es puro verso en San Antonio y que esta empieza desde arriba, dejando millones de dólares de lado desde hace tiempo para así poder disfrutar.
Kawhi Leonard, otro crack que habla mucho más dentro de la cancha que fuera de ella, el futuro Duncan de los Spurs y MVP de las Finales de la NBA en el 2013, estaba en todo su derecho de pedir una suma similar a la que Davis recibe en Nueva Orleans: 145 millones por cinco años.
Sin embargo, Leonard optó por aceptar 90 y la misma cantidad de años para así también asegurarse de estar rodeado por compañeros talentosos y no sufrir el mismo triste destino deCarmelo Anthony, DaMarcus Cousins o Kobe Bryant en campañas por venir.
Eso es como encontrar a una Ferrari último modelo con el descuento del siglo, ya que se espera que el tope salarial se eleve de 67 a casi 90 millones en el 2016 y a más de 100 en el 2017 gracias al acuerdo televisivo de la NBA.
Gestos así hacen que no sorprenda que Danny Green renueve por ¨solamente¨ 45 millones de dólares en un vínculo por cuatro temporadas.
Recuerden que Green fue la selección número 46 del Draft en el 2009 y llegó a San Antonio en el 2010. El francotirador de los Spurs renovó por tres años y 12 millones en el 2012 para luego convertirse en el dueño del record de triples de la historia de las Finales de la NBA con un total de 27 apenas un año después.
¿Quién lo hubiese culpado por renovar por, digamos, un año para luego buscar un contrato mucho más lucrativo en el mercado abierto a los 29 años en el 2016?
Sin embargo, Green optó por triplicar sus ingresos y seguir siendo feliz en un equipo poderoso en vez de miserable en, digamos, los Sacramento Kings.
Mientras franquicias como los Lakers y los Knicks intentan venderte a su pasado glorioso y cada vez más distante, los Spurs convencen a alguien como Aldridge con su presente de lujo y un contrato máximo.
El dinero que Green, Duncan y Leonard dejan de lado les permite ser acompañados por otro nuevo bastión de la franquicia.
Al ver todo esto, David West optó por dejar 12 millones de dólares de lado para alejarse de losIndiana Pacers y unirse a los Spurs…por el salario mínimo de un veterano.
Luego quedaba solo una incógnita: ¿Qué sería de Manu Ginóbili? ¿Sigue jugando o se retira?
Bueno, una vez que llegaron Aldridge y West, entonces hubiese sido muy raro que un tipo tan competitivo como el escolta argentino deje pasar la oportunidad de ser pentacampeón de la NBA.
Spurs terminaron la agencia libre armados hasta los dientes
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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