La burocracia en el Ministerio de Educación mantiene paralizado el proceso de solicitud de código para que el Centro Educativo Max Henríquez Ureña, en Katanga (Los Mina), municipio Santo Domingo Este, pase de privado a público y reciba el presupuesto que le corresponde para satisfacer las necesidades del plantel.
De acuerdo a la directora del recinto Ana Elizabeth Soriano hace dos años el centro, que era semiprivado, pasó al sector público y desde entonces se ha quedado en el limbo con el presupuesto, lo que provoca inconvenientes y carencias al momento de necesitar cualquier material gastable.
“El distrito escolar hizo todo el papeleo necesario y la regional también, pero luego descubrieron que había un error, entonces se volvió a reiniciar el proceso y ahora todo se ha paralizado al llegar a Educación”, aclaró la directora.
La escuela cuenta con 9 aulas, donde 14 profesores imparten docencia en las tandas matutina y vespertina a 500 estudiantes, desde inicial hasta 8vo grado, en situaciones precarias.
“Estamos subsistiendo por la generosidad de los directores de los demás centros educativos, quienes nos abastecen de papel, tizas, y otros insumos necesarios en la rutina diaria”, explicó Soriano.
Añade que debido al retraso en la asignación del presupuesto no cuentan con inmobiliarios como abanicos para calmar el sofocante calor y, además, los estudiantes no están recibiendo su merienda escolar.
Otro inconveniente del recinto es que los porteros y serenos tienen dos años trabajando sin cobrar su salario, debido a que los nombramientos no le han salido por el mismo problema del estatus de la escuela.
Asimismo, la directora Ana Elizabeth Soriano declaró que fue necesario contratar un sereno, porque fueron víctimas de robo, donde los ladrones cargaron con 8 baterías, empeorando aun más el cuadro de necesidad de la escuela, ya que cuando la luz se va se hace difícil continuar con las clases.
Recientemente, la Federación de Padres con Niños en Colegios Privados y Escuelas Públicas (Fedepadres), denunció esta misma situación para presionar a Educación a actuar con mayor rapidez.
“Fedepadres reclamó a Educación que se le asigne la partida económica al centro, ya que para mantener higienizada la escuela, los maestros tienen que recolectar dinero con los padres de los estudiantes”, manifestó Juan Ávila Abreu, presidente de la entidad.
Pese a todos los obstáculos los alumnos terminarán su año escolar en el tiempo establecido, pero tanto los escolares, personal docente y la directora demandan que para el próximo ciclo todo esté solucionado, a fin de evitar conflictos mayores.
Burocracia Educación mantiene escuela malpasando
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