Las delegaciones de las FARC-EP y el gobierno colombiano a las conversaciones por la paz en Colombia retomarán hoy el ciclo 36 centrado en el tema de las víctimas del conflicto.
Durante las jornadas anteriores las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) defendieron su postura contra las aspersiones aéreas con glifosato, en un contexto marcado por posiciones encontradas dentro del Gobierno colombiano en torno al uso de este polémico herbicida como parte de la política antidroga.
En ese sentido el miembro de la delegación guerrillera Joaquín Gómez recordó que fracasó la política gubernamental de guerra contra el narcotráfico inspirada por Washington.
Tras reiterar el rechazo insurgente al esquema gubernamental basado en aspersiones aéreas-erradicación forzada, el comandante rebelde saludó la recomendación del Ministerio de Salud colombiano de dejar de emplear este herbicida, luego de que la Organización Mundial de la Salud lo calificara como probable cancerígeno.
La controversia sobre el uso de glifosato para fumigar cultivos ilícitos ha causado divisiones en el gobierno de Colombia, luego de que el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, y el procurador general, Alejandro Ordóñez, defendieran su uso, pese a la recomendación del Ministerio de Salud.
En torno al tema de los cultivos ilícitos, las FARC-EP reiteraron su visión basada en un enfoque de derechos humanos ya que, a su juicio, «el esquema no es la erradicación sino la sustitución voluntaria acompañada de proyectos de desarrollo integral para las comunidades que son las protagonistas principales de los procesos».
Adicionalmente, la insurgencia instó a Ordóñez a apoyar la inmediata aplicación del acuerdo parcial sobre drogas ilícitas alcanzado el pasado año en el contexto de los diálogos de La Habana, en aras de la paz.
La guerrilla advirtió, además, sobre el aumento significativo en el primer trimestre de este año de las amenazas y agresiones contra defensores de derechos humanos en Colombia a manos del Ejército y los paramilitares.
El comandante insurgente Pastor Alape refirió que el Estado en Colombia es un Estado Infractor que, a pesar de estar sentado en la Mesa de Diálogos con el propósito de poner fin a un conflicto social político y armado de larga data, mantiene la costumbre de incumplir con la obligación de respetar sus compromisos y sus propias leyes.
Pese a esa situación, el vocero aseguró que las FARC-EP están empeñadas en firmar un acuerdo de paz estable y duradero.
Retoman FARC-EP y gobierno de Colombia diálogos de paz
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