Organizadores de Congresos: nueva era para el turismo MICE

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Los directivos de la federación son decididos en sus expresiones: El sector MICE y sus protagonistas, las entidades y asociaciones de organizadores profesionales de congresos, tienen que incrementar su visibilidad en los medios de comunicación, y reconocen la gran importancia de la prensa para el logro de sus objetivos de negocio, en medio del complejo panorama del turismo contemporáneo. Desde que surgió la Federación, en 1992 –explica en exclusiva a CND Luis Gandiaga Cos, del Comité Ejecutivo Nacional y Presidente de OPCE Cantabria- el sector, que comenzó siendo uno más dentro del turismo general, hoy se ha profesionalizado mucho más y constituye una industria con un impacto económico relevante para la economía nacional. Nos encontramos frente a una nueva era del turismo MICE, como se confirmó en nuestro XVII Congreso, realizado en febrero –agregó-; nuevos escenarios, nuevos desafíos y tendencias del sector y la comunicación, de la asimilación y aplicación de las nuevas tecnologías, que se suman a una demanda cada vez más competitiva y a la necesidad de modelos innovadores de gestión. Fundada en 1992, la Federación de OPC de España está formada actualmente por 13 Asociaciones Autonómicas de empresas OPC: Andalucía, Aragón Castilla-La Mancha, Castilla-León, Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco, Galicia, La Rioja, Madrid y Centro, Murcia y Navarra. En estos colectivos están agrupadas 195 empresas miembro y 201 colaboradoras. Nuestros objetivos principales –explica Gandiaga Cos-, como órgano de referencia de la industria congresual en España, consisten en la defensa de los profesionales que conforman el sector, garantizando la imagen profesional para las empresas OPC españolas,  trabajar como órgano consultor para aquellos estamentos oficiales que así lo requieran, y como interlocutor para el resto de Asociaciones y Federaciones dentro del sector MICE español y europeo. Entre los elementos resaltados por el congreso, figuran el obtener una relación más fluida y una mayor visibilidad en los medios de prensa, más teniendo en cuenta que el sector no es monolítico, sino que está segmentado en dependencia de las tendencias de la industria y de los contenidos de negocio de las entidades y empresas.
 
Vertientes del turismo MICE
Por ejemplo, el Turismo de Negocios, que se puede considerar un conjunto de corrientes turísticas cuyo motivo de viaje está vinculado con la realización de actividades laborales y profesionales realizadas en reuniones con diversos propósitos y magnitudes. La dificultad reside en determinar una oferta competitiva y dar satisfacción al viajero que busca recibir una atención eficaz para sus objetivos profesionales. Por tanto, estos viajeros tendrán dos variantes: Grupal e individual, con requisitos específicos en cada caso. En cambio, el Turismo de Eventos incluye congresos, convenciones, ferias, exposiciones, viajes de incentivo, festivales, y una extensa gama de variantes. Algunos la consideran una modalidad dentro del turismo de negocios, mientras que otros la mira como una modalidad con perfiles propios. En todo caso, dada la gran variedad de temas posibles en eventos y congresos, es indudable que moviliza esencialmente a líderes de opinión en numerosas ramas del conocimiento, la ciencia, la tecnología, las finanzas y el comercio, y de ahí su gran importancia para la industria de viajes en general. Finalmente, el Turismo de Incentivos se diferencia en que mientras los anteriores están vinculados al trabajo, este lo está al placer y al ocio, pues son utilizados por la dirección de grandes empresas para mejorar o recompensar el rendimiento de sus empleados, a los cuales se incentiva con un viaje que puede ser individual o de grupo. Pero aún así, al tratarse de ejecutivos y profesionales, son viajeros que tienen intereses y requisitos específicos y diferenciados del turismo común y corriente. Al respecto, Gandiaga Cos advierte que por esta diversidad de tendencias y modalidades, encontraremos variantes y estructuras diferentes de las OPC en cada autonomía y región, y en cuanto a las empresas y entidades miembros, tipologías de servicios diferentes de acuerdo a sus áreas y modelos de negocio. Nosotros, como Federación –puntualizó- las representamos a todas, pero teniendo en cuenta su complejidad. En cambio, Manuel Carrilero, vicepresidente de las OPC Madrid, enfoca los retos principales en la comunidad sobre los espacios para poder alojar eventos de tamaño mediano a grande, en lo que se refiere a mil, dos mil o más personas. En lo referente al resto de eventos que no son de esa envergadura, creo que actualmente después de estos años de situación económica adversa, están repuntando, con lo cual creo que estamos en una buena fase con buenas  perspectivas. En cuanto al asociacionismo en la comunidad de Madrid, Carrilero asevera que ala OPC Madrid y Centro está en continuo crecimiento. Creo – puntualizó – que dentro de las OPCs es la asociación más grande en la Federación, tenemos aproximadamente unos cien miembros entre empresas opc, asociadas y colaboradoras, porque somos una asociación transversal donde damos cabida a todos los actores relacionados con la organización de congresos y eventos. Sobre la relación con los medios, el directivo expresa que precisamente estas reuniones son para mejorarlas, no cabe duda de que son absolutamente necesarias y están conscientes de que deben impulsarlas y ampliarlas. Lo que ocurre es que a nivel de la promoción –abundó-, o sea del retorno económico que pueda haber para la ciudad dentro de lo que es la asociación, es algo que en cierto modo se nos escapa porque son los entes públicos los que tienen los datos para poder ofrecer esa información. Sin embargo, puede asegurarse que el retorno económico que tiene un gran evento para una ciudad cualquiera es grande, porque comprende no sólo al congreso en sí, sino también a todos los servicios relacionados con él y con los delegados. Por otro lado, no debe olvidarse que el segmento MICE rompe con la estacionalidad turística, lo cual beneficia a la industria en general. En estos aspectos, esos criterios coinciden con el Spain Convention Bureau, que celebró hace pocos días su encuentro anual, en el cual su presidente expresó que “España debe mucho a las ciudades que invierte en el turismo de reuniones”, y agregó que van a seguir trabajando para que continúe siendo un destino puntero en el mundo. Según datos de la Asociación Internacional ICCA, España es el tercer país del mundo en acoger el mayor número de reuniones internacionales, sólo por detrás de Estados Unidos y Alemania y superando a Francia y Gran Bretaña, posición de liderazgo que responde a diversos factores, entre ellos la gran apuesta que las ciudades y destinos españoles realizan para contar con infraestructuras y equipamientos de calidad en los que acoger congresos, jornadas y convenciones. En cuanto a los retos que confronta la Federación OPC, Luis Gandiaga no duda en expresar que el mayor sigue siendo en reivindicar la figura de las OPC, que son empresas de servicios, un sector que genera riqueza económica y debe considerársele como tal. Eso –agregó- desde el punto de vista de estrategia. Desde el de trabajo, mejorar en todos los aspectos que conexionan la Federación con agentes de interés como los medios de comunicación, que tan importantes son para la visibilidad de la industria, y a través de los agentes públicos y los diversos proveedores que están relacionados con las OPC en la cadena de valor. Sobre este tema, se ha llegado a conclusiones como la contribución que se hará desde la Federación  para mejorar las necesidades del sector, sobre los canales y las herramientas más eficaces para alcanzar estos objetivos, así como las nuevas oportunidades para el turismo MICE, con especial relevancia a la apuesta por la colaboración mutua y la creación de relaciones fluidas y eficaces. La figura de las OPC –enfatizó Luis Gandiaga- la tenemos que reivindicar pero desde nosotros mismos, saber que tenemos que hacer y más que hablar desde el punto de vista de secretarías técnicas, de que somos una empresa de servicios y por tanto tenemos que ser transversales y aportar más valor añadido para el cliente y para el sector. Si no comunicamos –concluyó- no reivindicamos, si no reivindicamos no nos posicionamos, y si no nos posicionamos no decimos que somos una industria; esto es una cadena de valor y sobre ella debemos incidir con nuestros esfuerzos y los medios de comunicación.