Ahora la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó un nuevo dispositivo electrónico que sirve para controlar las sensaciones de hambre y saciedad, y bajar de peso.
Es la primera vez que la agencia sanitaria estadounidense aprueba un dispositivo de este tipo.
Anteriormente sólo había dado luz verde a fármacos y a dos sistemas de banda gástrica para tratar la obesidad.
Funcionamiento
El dispositivo llamado «Sistema Recargable Maestro» posee electrodos que se implantan en el abdomen y estimulan el nervio vago, el cual le informa al cerebro si el estómago está lleno o vacío.
El sistema se instala quirúrgicamente en el abdomen.
El implante envía señales eléctricas a los nervios que rodean al estómago que ayudan a controlar la digestión.
Esas señales bloquean los nervios, reduciendo las punzadas de hambre y haciendo que la persona se sienta llena.
Controles externos le permiten al paciente cargar el dispositivo, y a los profesionales de la salud ajustar su configuración para proporcionar una terapia óptima, con un mínimo de efectos secundarios.
¿Quién lo puede utilizar?
Este nuevo sistema puede ser utilizado en mayores de 18 años con obesidad severa o muy severa, que han fracasado con otros programas de manejo del peso supervisado durante cinco años y que tienen otro desorden asociado, como diabetes, hipertensión o apnea del sueño.
El nivel de obesidad se diagnostica a partir del índice de masa corporal, que es el resultado de la relación entre el peso y la talla.
Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros.
Si el índice es igual o superior a 25 determina que la persona tiene sobrepeso. Pero si el índice da igual o superior a 30 determina obesidad.
«La obesidad y sus condiciones médicas relacionadas son problemas importantes de salud pública», expresó William Maisel, jefe científico del Centro de Salud Radiológica y Dispositivos de la FDA.
«Los dispositivos médicos pueden ayudar a médicos y pacientes a desarrollar planes integrales de tratamiento de obesidad», agregó.
Pruebas
El «Sistema Recargable Maestro» fue probado en un ensayo clínico.
Participaron 233 pacientes con obesidad severa y la finalidad era comprobar tanto la efectividad como la seguridad del dispositivo.
Después de 1 año, el 52,2% de los pacientes a los que se implantó el dispositivo perdió por lo menos 20% de su exceso de peso, y 38,3 % perdió por lo menos 25%.
Además, después de 12 meses, el grupo experimental también logró un cambio considerable, perdiendo un 8,5% más de su exceso de peso que el grupo de control.
La FDA determinó que el dispositivo conseguía una pérdida de peso continua y acordó que los beneficios superaban los riesgos.
El dispositivo parece ser esencialmente seguro, ya que apenas el 4 por ciento de los pacientes sufrieron un problema de salud debido al implante, según el informe de la FDA.
Se espera que este artefacto logre reducir los altos índices de obesidad en EE.UU., que actualmente alcanzan a más de una tercera parte de los adultos de dicho país.
Primer dispositivo eléctrico contra la obesidad
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