Museo de Arte y Cultura Dominicana en PR celebra fiesta de la Vieja Belén.

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Río Piedras, Puerto Rico.- Con el objetivo de mantener vivas las tradiciones dominicanas en la isla, el Museo de Arte y Cultura de la República Dominicana, en Borinquen, celebró ayer la fiesta de la Vieja Belén.
 
La actividad, se llevó a cabo en el local de la Fundación Inmigrantes Unidos, del sector Capetillo, del casco riopriedrense, donde niños y jóvenes puertorriqueños de padres dominicanos recibieron juguetes y golosinas tipicas de la República Dominicana.
 
Durante la entrega de los regalos se iba explicando a los presentes la breve historia de la Vieja Belén y porqué se celebra ésta tradición,  que según la leyenda trata de una anciana bruja italiana, llamada Besfana, la cual traía juguetes a los ninos después de haber pasado una semana del Día de los Reyes.
 
Génova Navarro, fundadora de la entidad, explicó que decidió celebrar ése día de la Vieja Belén, para mostrarle a los niños del sector, de ascendencia quisqueyana, la tradiciones que sus padres celebraban para que ellos también las conozcan y puedan disfrutarla.
 
Dijo, que en el exterior todas ésas costumbres hermosas se han perdido porque en los hogares dominicanos en Puerto Rico, las tecnologías se han tragado también aquellos juegos tradicionales del ayer.
 
» Realmente el Museo de Arte y Cultura Dominicana en Puerto Rico, quiso rescatar ésas tradiciones, es una pena que ninguno de éstos niños presentes aquí, sus padres, no les hablen de sus tradicionales celebraciones y que puedan conocer más sobre la tierra en donde nacieron sus progenitores», indicó que brindó dulces dominicanos, para ilustrarlos y puedan disfrutar de la Canquiña, el Gofio, Frio- Frio, Palitos de Coco y también del Yaniqueque.
 
Rosa Feliciano, personificó a la Vieja Belén, logrando la admiración de los pequeños, quienes no comprendían porque una anciana con espejuelos y un moño les regalaba un juguete y no Santa Claus o los Tres Reyes Magos, como están acostumbrados a ver.
 
Una estampa muy interesante, se celebró también en la infantil fiesta,  se bautizó de muñeca, quedando los niños fascinado con el acto, luego de la explicación, surgió además un padrino, un jovencito de apenas ocho años y tres madrinas.
 
Honestamente fue una tarde cargada de remenbranzas, donde cada dominicano presente en el lugar, se transportó a su infancia, a su barrio, su pueblo, mostrando una sonrisa y con sus ojos llenos tristezas al ver a una Vieja Belén, dando regalos en Puerto Rico.