Abogado dominicano considera crece violencia doméstica en PR

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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San Juan, Puerto Rico.- El licenciado Domingo Bonilla, experimentado jurista quisqueyano en la isla, manifestó que la ley 54, o Ley de violencia de género, es una muy rígida, que debe ser revisada, porque no ha logrado el efecto para la cual fue creada el 15 de agosto del año 1989.
 
Bonilla, enfatizó, que aún con las restricciones que posee dicha ley, los asesinatos no han disminuidos en Puerto Rico y que por el contrario, ha sido una medida, en donde quizás el gobierno no ha invertido los recursos necesarios, o simplemente sus efectos han sido adversos.
 
Dijo, que es una ley, en donde el sistema es inoperante al implementarla, ya que los crímenes por razón de géneros siguen aumentando y cada día  son más los casos de muertes por violación a ésta ley.
 
Apuntó que es preocupante la violencia actual entre hombres y mujeres y aunque ésa ley, fue creada como mecanismo para la prevención de la violencia en las relaciones de parejas, los casos siguen siendo noticias de primera plana, en los medios locales diariamente.
 
«Desde el punto de vista teórico,  ésta ley es buena, a medida que pasan los años, se ha creado más mecanismos de legislación para la protección de las partes y en muchas ocasiones, ésas legislaciones sólo han aumentado las penalidades, sin embargo, me pregunto si ¿Estará siendo efectiva la implementación de la ley 54, o el estado está siendo inefectivo al implementarla». Dijo.
 
Asimismo el jurista agregó que surgen muchas interrogantes, con relación a ésta ley, expresando que los paises deben tener leyes para rehabilitar, porque una cosa es tener la ley y otra es adecuarla a las necesidades de la violencia de género.
 
«El mundo no se puede dirigir a través de leyes, sino poseen los medios correctos e utilizarlos adecuadamente», expuso.
 
Enfatizó que sería mucho más positivo establecer programas educativos diriguidos a la prevención de la violencia,  comenzando por el sistema escolar y fomentar talleres adecuados, diriguidos a identificar a un potencial agresor, a base de las características que pueden presentar y elaborar un método donde el agresor (a), se pueda reeducar.
 
«Si no trabajamos con una visión de éste problema social, entonces tendremos los enfoques disfuncionales de la violencia de género», finalizó el abogado oriundo de la ciudad de Nagua, provincia María Trinidad Sánchez, de la República Dominicana.