Partiendo de la abolición de la esclavitud que lideró Abraham Lincoln, pasando por los derechos civiles que impulsó Martin Luther King y con la presencia del primer presidente negro en la Casa Blanca, Barack Obama, creíamos que la discriminación racial en los Estados Unidos había quedado atrás.
Mas los problemas de pobreza, discriminación, injusticias de diferentes índoles siempre han estado ahí. Es un monstruo dormido. No podemos analizar el caso en que murió un joven negro como el causante en sí mismo de los disturbios que abarcan a más de 170 ciudades y 37 estados norteamericanos. Esto fue únicamente un detonante de las injusticias acumuladas, iras reprimidas, inconformidades y problemas que se arrastran de viejo.
Los disturbios estallaron el lunes cuando un gran jurado en el estado de Misuri, se negó a procesar (no le encontraron ningún elemento de culpabilidad) al policía Darren Wilson, que el 9 de agosto mató a tiros a Michael Brown, un adolescente negro desarmado en la ciudad de Ferguson.
Pero más allá del debate sobre el veredicto del jurado, la sentencia activó las tensiones latentes en la sociedad estadounidense, puesto que en las protestas participan negros y blancos, indistintamente. Me ruboricé cuando vi en un video a un joven blanco gritar: “¡Me avergüenzo ser estadounidense!”.
Sin embargo, diferentes estudios dicen que los negros en Estados Unidos tienen menos riqueza e ingresos que los blancos, más probabilidad de ser encarcelados y menos posibilidad de completar un grado universitario. “Hay una desigualdad de riqueza extraordinaria entre las razas”. Ese es uno de los puntos fundamentales de un estudio presentado en 2013, por el Urban Institute, un centro de análisis económico en Washington.
El análisis concluyó que, con base en cifras de 2010, los blancos tienen en promedio seis veces más riqueza que los negros y los hispanos (US$632.000 vs. US$103.000), una proporción que además creció si se compara con el promedio de 1983.
De igual forma, los blancos ganaron en ingresos en 2010, US$89.000 en promedio, mientras los negros obtuvieron la mitad, US$46.000.
A eso se suma que las familias negras se vieron afectadas de manera desproporcionada durante la crisis económica reciente: su riqueza cayó en 31%, mientras la de los blancos se vio afectada en 11%, según el mismo estudio. Esta encuesta fue publicada por la BBC Mundo.
Por las frustraciones acumuladas, los disturbios que han arropado a Estados Unidos sobrepasan las protestas que se produjeron con el asesinato del líder negro Luther King en 1968, y el escándalo por la brutal golpiza que policías de Los Ángeles le dieron al taxista negro Rodney King en 1991. Esto es para citar sólo dos casos desde 1960 a la fecha.
Las presentes expresiones de ira racial tienen la particularidad de que se hacen bajo el primer presidente negro de la nación, Barack Obama, que llegó al poder con su eslogan de campaña de “¡Si se puede!…” Pero no ha cumplido con las expectativas que se formaron en torno a él. En las pasadas elecciones de noviembre, por la inconformidad con el Gobierno, Obama fue castigado, cuando el Partido Demócrata, al que pertenece, perdió el control del Congreso y las gobernaciones.
Ira racial: “Me avergüenzo ser estadounidense”
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