“Después de regresar del hospital, ella se tomó la pastilla que le mandaron. Y en seguida comenzó a vomitar», cuenta Anjani, hermana mayor de Rekha.
«Empezó a llorar y a decir que se iba a morir, que la llevara al médico. Luego abrazó a su hijo de cuatro meses y me pidió que lo cuidara. No entiendo qué pasó. Yo tuve esta misma operación hace tres años y estoy bien», dijo Anjani.
Rekha murió poco después. Es una de las 15 mujeres que fallecieron a inicios de esta semana tras someterse una cirugía de esterilización realizada por el doctor RK Gupta, en unos campamentos de salud organizados por el gobierno en el estado de Chhattisgarh, en India.
Otras 90 pacientes fueron hospitalizadas luego de la operación, muchas de las cuales se encuentran en estado crítico.
Aún no está claro qué causó las muertes.
El ministro de Salud de India Amar Aggarwal, le dijo a la BBC que el gobierno había prohibido seis medicamentos utilizados en las operaciones, a fin de determinar si tenían alguna relación con las muertes.
Sin embargo, lo ocurrido en el campamento de esterilización masiva puso en evidencia un problema más grave, vinculado con la controversial política de control de la natalidad y la presión a los médicos para cumplirla.
Todo por llegar a la meta
«No fue mi culpa. La administración me presionó para cumplir las metas».
La frase pertenece al doctor RK Gupta, arrestado este miércoles por su supuesta vinculación con la tragedia en el campamento de Chhattisgarh.
Se esperaba que Gupta operara a 35 mujeres cada día, pero los registros muestran que operó a 83 en apenas cinco horas.
De acuerdo con el doctor SK Mandal, jefe de la oficina de Salud de Chhattisgarh, hay presión por cumplir la meta del gobierno de alcanzar 220.000 esterilizaciones al año.
Solo en la región donde ocurrieron las recientes muertes, se esperan que 15.000 mujeres se sometan al procedimiento quirúrgico.
El departamento de Salud fijó el cumplimiento de esas metas para el 31 de marzo de este año.
Eso ha generado, de acuerdo con doctores y organizaciones defensoras de derechos humanos, que se incremente la presión en médicos y en las propias mujeres para cumplir ese objetivo.
La razón detrás de todo esto radica en el crecimiento de la población en India, y los riesgos que esto representa para el país.
Política de Estado: premio o castigo
Las campañas de esterilización son una prioridad en India, y es un programa de larga data en el país.
India tiene la segunda población más grande del mundo con 1.27 mil millones de personas. Se espera que para el 2030 supere a China, que ocupa el primer lugar.
El control de la natalidad es un tema que los indios vienen trabajando durante décadas. Fueron el primer país en introducir un programa de control de la natalidad a mediados de los años 70.
En ese entonces se concentraron en practicar vasectomías, pero hubo masivas protestas y la iniciativa fue abandonada.
En una sociedad patriarcal, donde predomina la figura del hombre, la vasectomía aún hoy no es socialmente aceptada.
A esto se sumó que el número de mujeres inclinadas a la opción de la esterilización es mayor que en los hombres.
Se estima que 37% de las mujeres casadas han sido esterilizadas. Sólo entre 2011 y 2012, 4.6 millones se han sometido a la operación.
A diferencia de China, India no tiene una política de «un solo hijo» por familia, pero ha establecido una política de premio o castigo.
En el 2011 las autoridades en la región de Rajasthan ofrecían diversos premios, como televisores, motocicletas, e inclusos autos.
Según los medios locales, en Chhattisgarh el gobierno pagaba a cada mujer 1.400 rupias (unos US$23) por la operación.
Estos campamentos de esterilización son montados en zonas empobrecidas y con familias numerosas.
El procedimiento quirúrgico
En condiciones normales se trata de una operación sencilla que requiere anestesia, y que consiste en sellar las trompas de Falopio que transportan los huevos de los ovarios al útero.
Las trompas pueden cerrarse con un clip especial o cortarse, con lo cual la esterilización es definitiva.
Los médicos indican que aún cuando es un procedimiento simple, conlleva riesgos de afectar otros órganos, o de producirse una infección.El campamento en Chhattisgarh se estableció en una edificación que en el pasado fue un hospital, pero que ahora se encuentra cerrado.
En el techo y paredes se podían ver telarañas.