El Banco Mundial (BM), se preocupa por los altos niveles de pobreza y desempleo que se observan en República Dominicana, a pesar del crecimiento económico nacional, y al presentar la nueva estrategia-país 2015-2018, que abarca un programa de financiamientos de unos US$550 millones, reflexiona sobre esa inequidad y pobreza que no presentan mejoría.
Sophie Sirtaine, directora del BM para el Caribe, ha señalado con acierto que la prosperidad compartida- que debía ser posible dados los resultados económicos y crecimientos reconocidos-, ha sido más lenta que en el resto de los países de la región, y que aun cuando dicho organismo internacional pretende mantener su apoyo al Gobierno dominicano en el período 2015-2018, a fin de lograr un crecimiento incluyente, habría que ver si algún día se perciben tales logros.
Analistas del tema señalan que “los beneficios de la economía son macros; pero en la sociedad dominicana y sobre todo en cada hogar, no se perciben tales mejorías”, sobre todo cuando de valorar la canasta básica se trata y de otros factores elementales en la subsistencia cotidiana.
El país tiene un gran potencial para crear más y mejores puestos de trabajo, como señala el BC, “para el 40% más pobre de la población, al igual que mejorar su acceso a recursos financieros, electricidad y telecomunicaciones más confiables y mejores servicios de educación, salud, agua y protección social”. De manera que una vez más se abren interrogantes y ojalá en el futuro inmediato puedan responderse muchas de ellas positivamente.
Justa preocupación
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