El Estado del Vaticano se encuentra ante los ojos del mundo, luego de la “caja de pandora” que han destapado en la cúpula de la Iglesia Católica los casos de pederastia practicados por nuncios, obispos y curas en diferentes partes del mundo, donde ese credo goza de una gran feligresía, incluyendo República Dominicana.
Aunque desde que asumió su papado, Francisco ha dado muestras de que está dispuesto a “sacudir las pulgas” en la Iglesia de San Pablo, no es menos cierto que el pontífice no ha podido del todo controlar los sentimientos desenfrenados de sus súbditos, ya que en los últimos meses han salido a la luz varios casos vergonzosos de “guías espirituales” que habían jurado seguir la santidad de Jesucristo.
El caso más sonado de ese cáncer llamado pederastia fue protagonizado en República Dominicano por el obispo polaco Józef Wesolowski, de 66 años de edad, cuando se desempeñó como nuncio del Vaticano, práctica que le ha costado una condena a prisión domiciliaria por abusar de menores de edad durante su estancia como representante del papa en el territorio dominicano.
Los últimos datos sobre ese religioso fueron revelados por el periódico digital italiano “corriente.it”, donde se le vincula de formar parte de una red de prostitución infantil.
De acuerdo con el portal, las autoridades italianas encontraron en la computadora de Wesolowski fotografías y videos descargadas de Internet, en los que personas víctimas de pederastia se habían visto obligadas a hacerse las fílmicas.
Las horrorosas imágenes presentan a niños de 13 y 17 años, los cuales son humillados delante de las cámaras.
El exnuncio fue arrestado 23 de septiembre de este año por la acusación de pederastia que pesa en su contra, por instrucciones del papa Francisco.
El portavoz vaticano, Federico Lombardi, informó que la medida se produjo después de notificar al acusado la lista de delitos que se le imputan en el proceso penal por sus presuntos “graves hechos de abuso a menores en la República Dominicana”.
Wesolowski está siendo juzgado en el Vaticano por abusos sexuales a menores, un cargo por el que ya en junio pasado fue declarado culpable en primer grado en el juicio canónico por pedofilia que abrió contra él la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Pero ante la gravedad de los testimonios que pesan contra él y dentro del proceso penal que también siguen contra él los tribunales del Vaticano, el exnuncio en santo Domingo fue detenido por orden del fiscal.
El Vaticano destituyó a Wesolowski de su cargo a finales de agosto del 2013 y abrió una investigación, después de que el arzobispo de Santo Domingo, el cardenal Nicolás López Rodríguez, informara al papa Francisco de las acusaciones que recaían sobre el nuncio.
Para esa misma fecha, El Vaticano informó que el nuncio en Santo Domingo del 2008 al 2013 había perdido su inmunidad diplomática y podría ser juzgado por los tribunales dominicanos, ante la acusación de pederastia en el país.
Los primeros indicios contra Wesolowski fueron publicados por un programa de investigación. Un equipo de reporteros siguió los pasos de Wesolowski durante un año, tras recibir informes de que era conocido en la zona colonial de Santo Domingo por sus relaciones con menores.
De acuerdo con el portavoz del Vaticano, el obispo pederasta sería juzgado en octubre: «El juicio en la Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio), está previsto que se celebre en un tiempo breve, a lo largo de las próximas semanas, probablemente en octubre», afirmó Lombardi.
También obispo paraguayo
Pero los delitos de pederastia no se quedan solo en exnuncio Wesolowski. En julio de este año el papa Francisco destituyó al obispo de la diócesis de Ciudad del Este, el conservador Rogelio Livieres, de Paraguay, involucrado en una serie de escándalos de pederastia y malos manejos financieros, una decisión severa que marca el pontificado de Jorge Bergoglio.
La remoción de Livieres fue tomada «después de un cuidadoso examen de las conclusiones de las visitas apostólicas efectuadas por la Congregación para los Obispos y la Congregación para el Clero», subraya la nota del Vaticano.
La apertura de un seminario con una orientación más conservadora por parte de Livieres, al cual habría desviado fondos recibidos para obras sociales, y sobre todo la defensa de uno de sus mayores colaboradores, el sacerdote ultraconservador argentino Carlos Urrutigoity, ordenado por el movimiento lefebvrista y denunciado en Estados Unidos por pederastia, irritaron a un sector de la Iglesia católica paraguaya.
La crisis se agudizó cuando el obispo Livieres tildó de «homosexual» al arzobispo de Asunción, Pastor Cuquejo, quien pedía una apertura de investigación contra su colega por las denuncias de pedofilia contra Urrutigoity.
En febrero del 2013, el arzobispo de Nueva York, cardenal Timothy Dolan, fue destituido en relación con la protección de clérigos católicos acusados de abusos sexuales en la arquidiócesis de Milwaukee, la cual manejó desde 2002 a 2009.
El arzobispo Jerome Listecki, para entonces líder de la Iglesia en Milwaukee, buscó en 2011 la protección por bancarrota diciendo que era necesario el procedimiento para compensar a víctimas de manera justa y asegurar al mismo tiempo que siguiera operando la arquidiócesis.
El cardenal Roger Mahony, retirado arzobispo de Los Ángeles, fue interrogado en torno una demanda sobre un sacerdote mexicano visitante, quien según la Policía habría abusado de 26 niños en 1987.
El sacerdote Nicolás Aguilar huyó a México en 1988 después de que padres de los pequeños se quejaron. Fue expulsado del sacerdocio, pero continúa fugitivo.
Estudios han demostrado que la pederastia podría afectar al 2% de la Iglesia Católica, lo que mantiene preocupado a su líder, quien ha afirmado que afrontará con toda la «severidad» que requiere los casos de abusos a menores y los tildó de «lepra”.
Mantener a un obispo o un sacerdote pedófilo ministrando la palabra de Dios en una iglesia, es lo mismo que poner a un ratón a que cuide el queso.
El Vaticano ante los ojos del mundo por escándalos pederastia
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