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¡Alarmante delincuencia!

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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El informe elaborado por el Consejo Internacional de ONG sobre la Violencia contra la Niñez, deja en vilo el pensamiento lógico: Aproximadamente 2 millones de menores de 18 años presentan problemas con el sistema judicial, y se ha demostrado que encerrarles no impide que vuelvan a delinquir.
 
La sociedad dominicana lleva lustros en su lucha por defender los derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, que la Ley 136-03, integra y observa, supuestamente, en sus diferentes artículos.
 
Especialistas en el tema insisten en hacer comprender que contrario al razonamiento que debe existir, cuando un menor comete un delito, se intenta de inmediato aumentar la pena, o se aboga por modificar el Código del Menor, sin analizar profundamente que muchos son usados por personas mayores para cometer ese hecho.
 
De igual forma se recuerda que cuando los pequeños entran en conflicto con la ley, existen causas socioeconómicas, educativas, familiares y un entorno desfavorable a su desarrollo.
 
Los datos de la investigación antes mencionada revelan que las medidas no privativas de libertad pueden reducir los delitos hasta un 70%, mientras que la encarcelación solo aumenta la probabilidad de que un menor sea reincidente; a la vez que le provoca retraso en el desarrollo, discapacidad y un daño psicológico irreversible.
 
Silvia Mazzarelli, representante para el Caribe del Consejo Internacional de ONG sobre la Violencia contra la Niñez, reafirma lo que constituye una verdad inaplazable, en el sentido de priorizar medidas eficientes, y crear programas educativos y preventivos que busquen reinsertar al adolescente en la sociedad.
 
A todo esto agregamos el papel insustituible de la familia, principal baluarte y salvaguarda de la integridad de los menores; sin restar  importancia a la responsabilidad del Estado, y su obligatoria atención a ese más del 98% de niñas y niños que no tienen acceso a centros y programas de atención integral, y otras violaciones más contra sus derechos fundamentales,  todo lo cual se suma a las violaciones de los derechos de esos  “locos bajitos”, que necesitamos  salvaguardar para el futuro.

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