Temporada de aguas y más…

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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Con más de cinco mil puntos vulnerables a las lluvias, huracanes y sismos, según apuntan investigaciones, y unos 6.8 millones de sus habitantes que  viven en zonas vulnerables, la nación dominicana debe estar presta a toda información y medidas previas ante cualquier evento atmosférico y sobre todo en estos días que integran la temporada ciclónica.
 
Pese a los llamados del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), y la actuación de las instituciones responsabilizadas de velar por la integridad de cada persona en el país, aún se desconoce cómo enfrentar ese 60% de las crecidas que tienen lugar en zonas urbanas, producidas por obstrucciones de los filtrantes, según la Defensa Civil, y en el caso de las viviendas próximas a ríos u otros peligros considerables, no siempre las familias actúan a tiempo y corren riesgos que podrían evitarse.
 
Es cierto que abandonar las propiedades tiene un precio, material y sentimental, indudable; pero, se sabe, por encima de todo, que salvar la vida es lo más importante y que esta temporada ciclónica es el tiempo en que los aguaceros, esos que intensifican las precarias condiciones de vida que padecen muchos hogares  dominicanos.
 
Estar alertas significa tomar todas las precauciones de lugar. La Oficina Nacional de Meteorología (Onamet), mantiene el aviso meteorológico contra inundaciones y deslizamientos de tierra a los residentes en zonas bajas cercanas a ríos, arroyos y cañadas en diferentes provincias, como San Pedro de Macorís, La Romana, La Altagracia, El Seibo, Hato Mayor, María Trinidad Sánchez, Santiago, Duarte, San José de Ocoa y Azua; otras, como el gran Santo Domingo, San Pedro de Macorís, Santiago, San Francisco, Barahona y Pedernales continúan con el alerta meteorológica contra inundaciones urbanas.
 
Definitivamente, son estos días de estar “en guardia”, atentos a toda información y sin olvidar que cada quien debe protegerse a sí mismo y a su familia de posible expansión de enfermedades infecto-contagiosas que provocan estos tiempos.
 
Habrá que ver cómo se enfrentan las tormentas tropicales previstas para la temporada ciclónica del actual año. Ojalá sean sólo eso: vaticinios y que pasen sin dejar daños mayores.