En las últimas semanas, especialmente en la víspera de la ceremonia de exaltación del Salón de la Fama de Cooperstown celebrada este domingo, 27 de julio, la prensa estadounidense ha escrito y hablado acerca de las credenciales y reales posibilidades de dos peloteros dominicanos de algún día, cuando sean elegibles, ingresar a dicho museo de veneración.
Se trata de los criollos, el bateador designado/primera base David «Big Papi» Ortiz, de los Medias Rojas de Boston, y el antesalista Adrián Beltré, de los Rangers de Texas. Ambos han sido parte de un interesante debate y escrutinio entre la clase de la prensa, o sea, los miembros de la Baseball Writers Association of América (Estados Unidos), mejor conocida por BBWAA, que tienen derecho a elegir y no elegir a aquellos peloteros de Grandes Ligas a Cooperstown, pueblo localizado en el estado de Nueva York,
Y digo interesante porque hay algunos que no tienen la menor duda que estos dos jugadores dominicanos tienen un alto chance de ser elegidos por los números amasados hasta ahora y por los logros personales y colectivos -en el caso de Ortiz- alcanzados. Pero hay una inmensa mayoría que todavía duda, se sienten atrapados en la noción de que han hecho trampas -otra vez en el caso de «Big Papi» Ortiz- o que no tienen los suficientes numeritos para merecer dicha distinción y privilegio.
Y por eso desde aquí, desde esta humilde columna y con todo respeto a los colegas, quiero decirles: están errados y ciegos.
Es que lo que ha hecho Ortiz como bateador, aunque haya sido y sea designado la mayor parte del tiempo en su gloriosa carrera muy pocos lo han hecho. Lo mismo digo de Beltré, que desde que debutó a temprana edad (18 años) con los Dodgers de Los Ángeles (1996) ha enseñado su talento con el bate y con el guante.
Pero primero voy a exponer el caso de Ortiz.
El «Big Papi», como lo apodan desde que comenzó a dar palos con los Medias Rojas en 2003, ha cosechado numeritos realmente impresionantes como bateador. En sus 18 años. -12 con el uniforme de Boston- en el Big Show, el toletero dominicano presenta promedio vitalicio de .285 con 457 jonrones ( marca en la historia del equipo) y 1,511 remolcadas, hasta el momento de esta nota. Además, entre sus 2,122 hits hay un total de 541 dobles, un promedio de Slugging de .546, y un promedio de Victorias sobre el Reemplazo (WAR, por sus siglas en inglés)
Ha sido tan meritoria su trayectoria que hasta uno de los hombres más venerados en la historia de los Medias Rojas y miembro de Cooperstown, Carl Michael Yastrzemski, dijo que Ortiz es el segundo mejor bateador en la historia de los patirrojos, solo superado por Ted Williams, en pocas palabras, el dominicano lo ha superado. Son palabras humildes de un grande. Yastrzemski culminó su carrera de 23 años , todas en Boston, con promedio de .285, 452 jonrones y 1,844 empujadas, con un promedio de Slugging de .462.
Ok, esas son estadísticas personales. Ahora vayamos a las que ha conseguido a nivel colectivo.
Es cierto que David se benefició en sus primeros cinco años y medio bateando detrás de Manny Ramírez, pero entre él y Manny se encargaron en 2004 de romper la sequía de 86 años del equipo sin ganar un campeonato de Serie Mundial. Volvieron a ganar otro título en 2006. cuando Y cuando Manny se fue a los Dodgers de Los Ángeles a mitad de la temporada de 2008, Ortiz se convirtió en líder absoluto y ayudó a Boston a ganar un tercer título en una década cuando en la temporada pasada destrozó en los playoffs con su potente bateo el pitcheo de los Rays de Tampa Bay, Tigres de Detroit y Cardenales de San Luis.
Ni Ted Williams ni Carl Yastrzemski ni Jim Rice pudieron lograr ese cometido, darle a los Medias Rojas un título de Serie Mundial. David Ortiz sí lo hizo, y tres veces en 10 años.
Pero Aún con todo esto antes espuesto, hay periodistas de la BBWAA que tal vez no voten por el dominicano por el simple hecho de que ha juagado la mayor parte de su carrera como bateador designado. Pero se quedarán con las ganas.
Ahora vayamos al segundo caso: Adrián Beltré.
El antesalista quisqueyano tomó por asalto el tercer cojín de los afanados Dodgers en aquella campaña de 1998, y desde entonces no ha dejado de producir con el madero y el guante en sus ya 17 años de servicios en las mayores.
Su curriculum vitae incluye un promedio de por vida de .284 (2,547 hits en 8,971 turnos) con 391 jonrones y 1,366 empujadas. Beltré desde ya está en la lista de los 10 mejores antesalistas ofensivos en la hsitoria del pasatiempo nacional estadounidense y se está encaminando a ser apenas el cuarto tercera base en la historia de las mayores en conectar 400 o más jonrones. Los tres primeros son: el mejor de todos, el gran Mike Schmdt (548), Eddie Mathews (512) y Chipper Jones (468). Y si partimos del hecho de que apenas cuenta con 35 años, Beltré podría superar en muchas categorías ofensivas a figuras como el propio Mathews, Schmidt, Jones y George Brett. Ya superó a Brook Robinson (.267-268 jonrones-1,357 empujadas) y Wade Boggs (.328-118 jonrones-1,014 remolcadas). No podemos olvidar a Ron Santo (.277-342 jonrones-1,331 empujadas).
Una de las virtudes que tuvieron los jugadores antes mencionados, exceptuando a Mathews y Jones, es que fueron extremadamente buenos con el guante y ganaron diversos premios de Guante de Oro. Beltré también.
El mejor de todos fue Robinson, a quien apodaban la «Aspiradora Humana», con 16 Guantes de Oro (marca para un jugador de cuadro), seguido de Schmitd con 10, Santo (7), Boggs y Brett uno cada uno; mieentras que Beltré lleva cuatro y sigue jugando a un gran nivel con su actual club, los Rangers de Texas.
En resumen, a Beltré, considerando la edad que tiene, se puede decir que todavía puede jugar unos tres años de manera productiva y otras dos para seguir acumulando numeritos, pero él de por si ya tiene las credenciales para llegar al Salón de la Fama, lo mismo que Ortiz.
Así que apunten a estos dos monstruos del bateo en la lista de dominicanos que son fichas seguras en Cooperstown como los son Pedro Martínez (219-100, 2.93, y 3,154 ponches) y Albert Pujols (.318-512-1,566) y, por qué no, Vladimir Guerrero (.318-449-1,496).