El decreto 250-14 del reglamento de aplicación de la Ley 169-14 régimen especial de naturalización nos crea interrogantes y abrimos el diccionario de política. R. Garzaro y me permito entregar: Ciudadanía Artificial. Calidad de ciudadano que adquiere una persona extranjera que la solicita y cumple con las condiciones requeridas por el ordenamiento jurídico nacional. El acto mediante el cual el Estado se la otorga se llama naturalización. Las condiciones exigidas son generalmente ciertos tiempos de residencia. Matrimonio, adaptación, legitimación, interés nacional, etc.
Ciudadanía natural: calidad de ciudadano que se adquiere por nacer en el territorio nacional, por el principio del “Jus soli”. O bien por descender de ciudadano, por el principio del “Jus sanguinis”. Los Estados mezclan generalmente ambos principios. Los Estados que vienen de antiguo siguen más bien el principio de Jus sanguinis y los Estados de recientes formación siguen más bien el principio de Jus Soli.
Ciudadano: Persona a quien la legislación de un Estado reconoce que posee las condiciones necesarias para gozar del derecho de su ciudadanía. Se puede ser ciudadano natural o naturalizado, según se nazca.
Nos preguntamos: ¿Puede el reglamento evitar que los haitianos que de manera ilegal han y están cruzando la frontera, que andan en fila hablando su creole, que muestran no tener la costumbre de nacidos aquí, con un testigo que diga que nació en este país sea naturalizado?
Continúo meditabundo, abro mi bitácora: en el 1956 yo era alférez de navío de la Marina. Trujillo ordenó que los oficiales de la Fuerzas Armadas y la Policía conocieran la frontera. Los primeros, antes de ir, que fueran a su despacho. Yo estuve en el primer grupo. Trujillo con voz lacónica, enérgica, aflautada. Expresa: La patria comienza en la frontera, conózcanla bien, ustedes son los responsables de que los haitianos ilegales no pisen esta tierra. Hoy ni miran para acá. Estoy muy seguro que cuando yo desaparezca comenzaran a cruzar con sus enfermedades y malas costumbres. Les repito solo ustedes pueden evitarlo. Si no lo hacen perderán la patria, la nacionalidad y su familia. He luchado lo que ustedes no imaginan para mantenerlos fuera. Vayan, conozcan donde el deber de patria los espera.
Conocimos la frontera desde Puerto Libertador hasta Pedernales. Trujillo no estaba equivocado.
¿Por qué en todos los países los extranjeros ilegales son deportados y en esta patria dominicana no se deportan los haitianos ilegales? ¿Por qué aceptar presión que violan la Constitución y leyes?
Nuestro patricio Juan Pablo Duarte olvidado por los políticos está vivo en el sentimiento del pueblo dominicano y no deja de decirnos: “Los enemigos de la patria, por consiguiente nuestros, están todos muy acordes en estas ideas, destruir la nacionalidad aunque para ellos sea preciso aniquilar la nación entera.
Entre los dominicanos y haitianos no es posible una fusión”.
Debemos cerciorarnos del porqué de la guerra civil hoy en Ucrania. ¡Dominicanos despierten en amor de patria sana y libre!
Meditabundo: ¿Perdimos la nacionalidad?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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