Ante la adversidad y el molestoso mensaje en su contra enviado por la delincuencia que ataca a la República Dominicana, la ingeniera Francina Hungría ha respondido con amor al mundo, impulsando actividades que unen a la familia de cada rincón del país.
Luego de haber quedado ciega tras recibir un balazo en la cara de parte de desaprensivos que la despojaron de su vehículo, Francina ha reaccionado sin rencor y con el valor necesario para seguir viviendo.
El domingo esta joven celebró un novedoso torneo de béisbol para no videntes, el cual fue realizado en el estadio Quisqueya con una pelota especial. Es una modalidad que se ejecuta a través de los sonidos, especialmente para las personas con esa discapacidad.
Francina conoció la actividad en el estadio de los Marlins, mientras cumplía con su rehabilitación y trasladó esa experiencia al país, donde cientos de personas lo practican.
La profesional fue agredida en noviembre del 2012 por una banda que intentó quitarle el vehículo, incidente en el que perdió la vista y marcó la sociedad dominicana; pero, esto no ha sido óbice para que siga adelante con sus proyectos.
Ojalá que las autoridades brinden el apoyo necesario a Francina Hungría y más personas con discapacidad visual se integren a la práctica de este béisbol especial, que hará mucho bien a la sociedad.
Francina Hungría
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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