close

Howard: «Estamos listos para salir de la jaula»

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Facebook
Facebook
Youtube
Instagram

Tim Howard es la roca de Estados Unidos. Atlético y seguro, el guardameta que ayudó al Everton a quedar 5º en la liga inglesa esta campaña y celebró hace poco su 100º partido internacional, se está preparando para su tercera fase final mundialista. Howard, el portero más exitoso en la historia del fútbol estadounidense, es uno de los apenas cinco integrantes de la plantilla de las Barras y Estrellas presente en Brasil que saben lo que es jugar en una Copa Mundial de la FIFA™.
 
En pleno frenesí de la recta final de los preparativos para la cita mundialista, el veterano de 35 años conversó con FIFA.com sobre lo que significó batir un récord que ostentó mucho tiempo un querido amigo, cómo los estadounidenses quieren “salir de la jaula” contra Ghana, y por qué, pese a todo lo que habla bajo palos, prefiere predicar con el ejemplo.
 
Todos los jugadores de la selección están saliendo por televisión, así como por los grandes periódicos y revistas de Estados Unidos. ¿Supone ello una distracción?
Ha habido mucho ruido [en torno a nosotros], por lo que simplemente hemos intentado quitarnos de encima todos estos días de medios de comunicación, entrevistas y prensa. Estamos listos y ansiosos por estar en São Paulo. Entonces ya podremos empezar a afinar de verdad. El objetivo es empezar a enchufarnos y a salir de la jaula en el primer encuentro contra Ghana.
 
Todo esto no es nuevo para usted… ¿Resulta difícil hacer la transición de una intensa temporada en Inglaterra para concentrarse en un Mundial?
Todos nosotros nos dejamos la piel durante todo el año, y el hecho de incorporar el Mundial es simplemente una cuestión de prolongar esos esfuerzos. Es una transición que hay que hacer. Si acabaste bien tu temporada, puedes saltar al campo de entrenamiento con tu país y mantener esa buena forma. Puedes utilizarla como un trampolín para el Mundial.
 
¿Y qué ocurre si uno está pasando por un momento difícil y su forma no es la que uno querría?
Si no acabaste la temporada con tu club a toda marcha, el Mundial puede ser una liberación. Hay nuevos campos, nuevos ambientes. Tienes nuevos entrenadores y nuevos compañeros de equipo; caras nuevas… Vitalmente, es una renovación, y puedes olvidarte de todo lo demás.
 
Juergen Klinsmann eligió un equipo mayormente inexperto. Como uno de los apenas cinco jugadores de la plantilla que han jugado en un Mundial, ¿está asumiendo una función de liderazgo adicional?
Sí, pero me gusta liderar con actos y no con palabras. Me muestro así todos los días. Hago mi trabajo con una actitud positiva y con intensidad. Cuando los jóvenes ven este tipo de cosas, aprecian la manera en que hay que actuar y lo utilizan como ejemplo.
 
¿Qué otros aspectos importantes se necesitan para ser el líder de un equipo?
No puedes dejar que los chicos estén a su aire en los entrenamientos. Les meto caña si veo que no están haciendo las cosas correctamente, o si están levantando el pie del acelerador. Tienes que asegurarte de que el ritmo sea alto en el entrenamiento. Un líder no siempre es el tipo que grita más alto. Es el tipo que hace las cosas correctamente cuando miras a tu alrededor. Es el tipo que da ejemplo; el que siempre se esfuerza.
 
Nadie duda de que usted dé ejemplo, pero todos podemos ver que le gusta hacerse oír en el campo…
[Risas] Gritando, mi cabeza nunca se oxida. Es una cosa que hago en el campo, simple y llanamente. Me gusta tener el control y comunicarme con los defensas que tengo delante.

La zaga más probable de Estados Unidos en Brasil tendrá poca o ninguna experiencia en un Mundial. ¿Cómo ayuda a que la defensa conforme un bloque?
Trato de estar encima de mis defensas para asegurarme de que saben dónde hay que estar. Ahí es donde entra en juego la charla. Necesitan comprender cuáles son sus funciones y, si no lo saben, nunca será por mi culpa… Yo voy a hablar todo el tiempo. La comunicación es esencial atrás.
 
El equipo ha cerrado su preparación con tres amistosos saldados con sendas victorias sobre Azerbaiyán, Turquía y Nigeria. ¿Qué significan estos resultados?
Los amistosos han tenido sus cosas positivas y sus cosas negativas. Siempre es bueno ganar, pero hay lecciones que aprender, y tenemos que concentrarnos en ellas. El motivo de que juguemos estos encuentros es para ver lo que va mal, de modo que no ignoremos los problemas. Si todavía no estamos a punto, tenemos que saberlo ahora, para que cuando llegue el encuentro contra Ghana, lo tengamos todo yendo sobre ruedas.
 
Hace más de medio año que el equipo conoce a sus rivales en Brasil: Ghana, Portugal y Alemania; por ese orden. ¿Cambia la cosa ahora que faltan escasos días para el encuentro contra Ghana?
Al principio, cuando los conoces en el sorteo, hay un momento de gran agitación. Pero se pasa… Luego te concentras en ti mismo y en crecer como equipo. Ahora la atención vuelve a centrarse en Ghana. Ghana se convierte en lo único en lo que pensamos, en las cosas prácticas: conocer su táctica, sus jugadores peligrosos, cómo les gusta jugar… Tenemos unos días entre ahora y el 16 [de junio] y, hasta entonces, solamente estamos concentrados en Ghana.
 
La gente habla mucho de ganar ese primer encuentro, pero España perdió su choque inicial en Sudáfrica hace cuatro años, y acabó ganando el campeonato. Realmente, ¿qué importancia tiene ganarlo?
Para cualquier selección es crucial obtener algo positivo en ese primer encuentro. No se puede subestimar su importancia. Si ganas ese encuentro, entra en funcionamiento un factor de bienestar; cobras impulso. No queremos andar a remolque en la fase de grupos. No queremos estar mordiéndonos las uñas en el tercer encuentro, esperando que otra selección pueda hacernos un favor.
 
Y las demás selecciones [Portugal y Alemania], ¿entran en su pensamiento en estos momentos, o solamente existen en el horizonte?
Hay equipos complicados esperándonos después de Ghana, pero sencillamente, no podemos pensar en ellos hasta que no los tengamos justo delante. Así funciona…
 
La selección de Estados Unidos presentó algunas inclusiones sorprendentes, como Julian Green y Timmy Chandler, y algunos descartes harto difundidos, como el de su compañero de selección durante mucho tiempo Landon Donovan. ¿Cuánto tiempo hace falta antes de que los seleccionados inicien el trabajo de convertirse en un equipo?
Es un proceso más rápido de lo que cabría pensar. Todos somos profesionales y sabemos cómo funcionan las cosas. Algunos entran en el equipo, y otros no. Todos los jugadores presentes en esta concentración se conocen. Simplemente, es algo que hay que manejar. Forma parte de ser un profesional.
 
Recientemente obtuvo su 54ª victoria con Estados Unidos, una más que el anterior tope que ostentaba Kasey Keller, de quien usted era suplente en el Mundial de Alemania 2006. ¿Cómo le ayudaron sus consejos y su orientación a convertirse en el guardameta que es hoy?
Fui su suplente cuatro o cinco años y, aunque me dio buenos consejos, lo que tuvo más repercusión fueron las cosas que no me decía. Lo observaba en las grandes ocasiones, durante los partidos importantes. Observaba su manera de comportarse en el hotel, con la prensa, con todos. Tengo mi propia personalidad, pero como profesional, lo tome a él como modelo. Como guardameta, es Superman.
 
¿Hubo alguna lección suya que recuerde más?
Su tranquilidad. En los momentos más importantes, siempre permanecía sereno.

Volvemos al aquí y al ahora… Al afrontar un grupo que incluye a Portugal, Alemania y Ghana, y que muchos consideran el ‘grupo de la muerte’, ¿qué se consideraría un éxito?
Definir el éxito no es sencillo. Mi cerebro funciona así: todo lo que no sea ganar el Mundial deja margen para dudar sobre lo que has hecho. Si no ganas el campeonato, cuesta afirmar que haya sido un éxito. Pero eso es poner el listón alto, así que empezaremos por intentar salir airosos del grupo.

No Comments

Leave a reply

Post your comment
Enter your name
Your e-mail address

Story Page