La noticia de que finalmente fue abierto al público el instituto Nacional del Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares, ubicado en la Correa y Cidrón, ha creado gran júbilo en la población, que esperaba ansiosa la puesta en funcionamiento de ese centro asistencial, tras dos años de permanecer cerrado, luego de su inauguración en los días finales de la pasada gestión del expresidente Leonel Fernández.
Valorado en unos RD$5,000 millones, el instituto posee siete niveles con 123 habitaciones, 54 destinadas a procedimientos especiales y 78 para hospitalización. Según el ministro de Salud Pública, Freddy Hidalgo, quienes reciban sus servicios podrán diagnosticar a tiempo y prevenir esta enfermedad, que representa la triste cifra de 15 por cada 100 fallecimientos, tal y como ha publicado un estudio de la agencia de Salud de la República Dominicana y Centroamérica.
Además, se abre un surco de esperanza y los consejos de Escolapio cobran fuerza en la afirmación del director general del nuevo hospital, Francisco Monegro Santos, quien aseguró que será atendida toda persona necesitada a nivel nacional e internacional, con una asistencia basada en la equidad, eficiencia y calidez.
Ahora solo queda esperar que el personal que labore en el instituto ofrezca un servicio de primera y que cada instrumento médico, catalogado entre los de más alta tecnología, sea aprovechado en su mayor capacidad, a fin de que llene el vacío existente en el área oncológica de la República Dominicana.
¡Por fin abierto!
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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