Para las familias de menos recursos en el país las tandas extendidas integran un significado inestimable. Amén de la confianza en que sus hijos asistan a las aulas, donde junto a los conocimientos obtienen experiencias de colectividad y hábitos sociales, los ahorros esenciales pasan a primer plano y se suma la posibilidad misma de que las madres puedan incorporarse a tareas productivas para ayudar a la subsistencia del hogar.
Danilo Medina aseguró que se trabaja para que en agosto del año 2015 todas las escuelas del sistema educativo público puedan estar bajo el régimen de la jornada de Tanda Extendida, cuyos beneficios llegará a miles de estudiantes a todo lo largo y ancho de la nación. El mandatario subrayó que niñas y niños pobres tendrán una educación similar a los nacidos en hogares ricos, sobre todo porque tendrán garantizados desayuno, almuerzo y merienda y ninguno, “nunca, jamás, abandonará la escuela porque sus padres no los pueden alimentar”, enfatizó el Presidente.
En todo esto, claro está, se impone el concepto básico de la superación del profesorado y que la docencia se nutra con conocimientos bien enfocados y capaces de formar a esos hombres y mujeres del mañana.
Las expectativas son muchas y cabe esperar que el Estado cumpla con lo que ha prometido, porque este es, sin duda alguna, uno de esos proyectos plausibles y necesarios que restauran un poco la fe y la esperanza en el futuro.
Tandas extendidas
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