En Bogotá, Colombia, República Dominicana defendió recientemente su propósito de “fomentar la descarbonización de la economía nacional -cuyo incremento ha sido de un 23% en los últimos 20 años-, mediante el uso de fuentes renovables de energía, desarrollo del mercado de biocombustibles, mejora del ahorro y eficiencia energética y un transporte eficaz y limpio”.
El país, mediante sus representantes, estuvo presente en el Diálogo Técnico Latinoamericano y Caribeño, en el cual los estados de la región compartieron experiencias y sugirieron mejores prácticas en el desarrollo de las contribuciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
El problema es que se habla de contribuciones y cumplimiento de acuerdos para 2015, 2030…y las fechas implican apresurar las acciones. Para el vicepresidente ejecutivo del Consejo Nacional para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio, Omar Ramírez Tejada, los avances en este sentido y la gestión del clima llamado “Plataforma de Quisqueya”, han impactado positivamente en la sociedad dominicana, tanto en lo económico, social, como ambiental. Pero, se sabe de sobra que las metas y gestiones que realiza el gobierno dominicano solo son apenas pasos; pues reducir las emisiones en un 25% al 2030 en sectores importantes de la economía, como el turismo, la producción de energía, la industria cementera, residuos sólidos, la agricultura y el transporte terrestre, aun resulta todo un desafío.
Ojalá conciencia y educación marchen de la mano y sea factible esa reducción de emisiones y todo lo que implica cuidar nuestro Medio Ambiente. Es así de cierto y conciso, o lo cuidamos o morimos.
RD y las emisiones
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