Al cumplirse este 28 de abril 49 años de la II intervención militar estadounidense al país, el Frente Amplio exhorta al pueblo a reafirmar la soberanía nacional defendiendo nuestros recursos naturales, en especial Loma Miranda; rechazando el peligroso endeudamiento externo, la influencia de asesores militares de EEUU en nuestras Fuerzas Armadas, la injerencia de la embajada de ese país en nuestros asuntos internos y cualquier contrato que perjudique en lo más mínimo nuestros intereses.
Esta es la misma soberanía que fue proclamada por primera vez en 1821, recuperada por los trinitarios en 1844, reconfirmada por los restauradores en 1863, rescatada en 1924, defendida en meses de duros combates contra el ejército más poderoso del mundo y en tortuosas negociaciones con mañosos diplomáticos imperiales, en 1965; hasta su nuevo rescate al final de 1966 con la salida de las tropas extranjeras.
Al tiempo que el pueblo dominicano ha logrado mantener su territorio sin la presencia de soldados invasores, es evidente que diversos gobiernos se ponen de espalda a este ideal cuando hacen concesiones que deterioran gradualmente esa Independencia nacional, a pesar de estar claramente establecida en la Carta Magna, incluso la actual en el artículo 3.
El Frente Amplio advierte que ese artículo plantea con precisión: “Ninguno de los poderes públicos organizados por la presente Constitución puede realizar o permitir la realización de actos que constituyan una intervención directa o indirecta en los asuntos internos o externos de la República Dominicana o una injerencia que atente contra la personalidad e integridad del Estado”.
Con la experiencia histórica acumulada, guiada por el ideal de Juan Pablo Duarte y otros próceres, la vigilancia debe ser constante para preservar la Independencia Nacional, vulnerada el 28 de abril de 1965.
El pueblo dominicano cuenta hoy, además, con grandes reservas políticas en las comunidades criollas residentes en el extranjero, en especial quienes viven en EEUU, que en caso de ocurrir otra amenaza o intervención, como la de 1965 o algo parecido, podrían actuar a favor de la defensa de la soberanía nacional, al igual que lo hicieron aquí los soldados y civiles constitucionalistas bajo la dirección del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó.