Madre Tierra, Pacha Mama, Tonantzin… son nombres diversos de este planeta cuyo significado trasciende a países del orbe, para llevar a cada conciencia ese sentido de lo que hay que hacer para reparar el verde desgajado sin piedad a campos y ciudades y preservar un medio ambiente saludable y sostenible.
Se sabe que en estos tiempos más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades, que las urbes urbanas crecen y consecuentemente, los efectos del cambio climático empeoran. Se impone la evolución individual y social. También es obvia la responsabilidad de los gobiernos en el empleo de las energías renovables y la eficiencia energética.
Nadie puede negar la interdependencia existente entre los seres humanos, las especies vivas y el planeta que habitamos. Hablar de un Día Internacional de la Tierra, es mucho más que ubicar la fecha en este 22 de abril, aunque haya que agradecer que se dediquen días a la reflexión y para generar conciencia ante los problemas de la superpoblación, la contaminación, la conservación de la biodiversidad y otras preocupaciones ambientales que, o se cumplen para proteger a la Tierra o, sencillamente, morimos.
Viva este, y todos los días dedicados a pensar en la hermosa casa de todos y todas, de esa que “constantemente nos habla, más nunca traiciona sus secretos… que siempre cultivamos… y de la que recogemos cosechas…”. Que así sea por los siglos de los siglos…
Todos son sus días…
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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