Bullying mediático amenaza estabilidad naciones

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||

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El Bullying mediático es una variante del acoso escolar, que consiste en utilizar una red de medios de comunicación con el fin de  legitimar una intervención extranjera a un determinado país.
 
Un caso actual es el de Venezuela, que lleva más de un mes con movilizaciones y violentas protestas opositoras al Gobierno constitucional de Nicolás Maduro, con el respaldo de una red  de medios de comunicación, tales como: CNN, ABC, El País, El Nacional de Venezuela y el Clarín de Argentina, entre otros, que tienen como objetivo desestabilizar la paz de la tierra de Simón Bolívar, pues los hechos tienen lugar en 18 municipios de los 335 que componen ese país y sus informaciones reflejan  una  generalidad no existente.
 
Este multimedios DominicanosHoy presenta a sus lectores un análisis de contenido de los Medios de Comunicación ya mencionados, para comprender en su fuero interno el tratamiento informativo, tanto del oficialismo, como de la oposición.
 

Lo que se dice…
En el caso del medio digital El Nacional de Venezuela, al ser contabilizadas más del 70 por ciento de sus informaciones, se percibe que estas se refieren a la persecución política que viven los opositores. Hay una relación directa entre la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), y el Gobierno Nacional; por lo tanto, la satanización incluye a ambas.
 
Se le atribuye a la GNB la deslegitimación del gobierno, al cual describen como incapaz y violador de Derechos Humanos. De manera que se crea un ambiente de ingobernabilidad, o vacío de poder, como parte de una   táctica discursiva precisada en el golpe de Estado de abril del 2002.
 
De  igual  manera, la Cadena de Noticias Por Cable (CCN), mantiene una constante divulgación de imágenes falsas, en las cuales muestran que la GNB reprime a los estudiantes, aun cuando no existe verificación de las informaciones que llegan al noticiario.
 
Asimismo, el ABC de España también  ha replicado esas fotos falsas a través de la  reportera en Caracas,  Ludmila Vinogradoff, magnificando las protestas y creando un estado de desestabilización gubernamental que justifique una intervención de Estados Unidos, principal interesado en adueñarse de la reserva de petróleo más grande del mundo, según  comunicado oficial emitido en el 2011 por Rafael Ramírez Carreño, Ministro de Energía de Venezuela.
 
RD, parte de la red…
Pese a que República Dominicana es parte del acuerdo de Petrocaribe, suscrito con Venezuela, algunos medios informativos se han adherido a la red mediática contra la nación Bolivariana, tal es el caso del Listín Diario, uno de cuyos textos publica lo siguiente: “Desde febrero, Venezuela se ha visto sacudida por las protestas y enfrentamientos entre manifestantes opositores al gobierno, civiles armados y fuerzas del orden que han dejado al menos 26 muertos”.
 
Se habla de enfrentamientos entre “manifestantes opositores” contra civiles armados del gobierno y sus fuerzas del orden público (GNB).
 
En el caso de Acento.Com.do, el articulista JC Malone publicó tres notas de opinión seguidas sobre Venezuela, bajo los títulos: El gran momento venezolano; Venezuela, la única salida y Llorando por ti Venezuela.
 
JC Malone trabajó en El Nacional, Hoy, El Caribe y TeleAntillas. Fue editor Latinoamericano y de Opiniones del diario La Prensa en Nueva York, donde vive. Sus análisis se han publicado en el Listín Diario, El Nuevo Herald, Miami; La Opinión, Los Ángeles; Hispanic Link. Washington DC; Baltimore Sun y The Grand Rapids Press, entre otros.
 
En sus notas se ignora por completo la participación directa de Estados Unidos en el golpe de Estado de 2002 y otras manifestaciones de Norteamérica relacionadas con Venezuela, como las que ha publicado Wilkesleaks, como estas: “Entre 2004 y 2006, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional donó unos 15 millones de dólares a más de 300 organizaciones no gubernamentales en Venezuela y les ofreció apoyo técnico y capacitación, para ejecutar planes desestabilizadores”.
 
 
¿Una voz disidente?
El periodista de «The Guardian’, Mark Weisbrot, fue enviado a Caracas por el prestigioso medio inglés apenas comenzaron los primeros brotes de protestas. Allí, según escribe en una crónica publicada  el 20 de marzo 2013, bajo el título “La revuelta en Venezuela es de los ricos, no una ‘campaña de terror’ «, se fue distanciando de la percepción que traía desde su país.
 
A su regreso el periodista concluyó que había sido engañado por las imágenes mediáticas y se convenció de que el único lugar donde la oposición cuenta con apoyo es en Washington.
 
Se recuerda que el oficialismo ha ganado 18 elecciones democráticamente de las 19 que se han celebrado en 15 años.
 
En fin, Venezuela está siendo sometida a un bullying mediático, cuyas impresiones puedan evidenciar una intervención foránea “que imponga el orden”, aunque países y organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA), y las Naciones Unidas han reiterado que “No están para poner ni para sacar Gobiernos”, sino para fomentar el diálogo entre las partes en disputas, mensajes que han obviado quienes no asimilan las declaraciones de la dirección gubernamental de Venezuela, que ha llamado a deponer la actitud violenta de la oposición y sus intentos por desestabilizar al gobierno para avanzar en un diálogo constructivo.