El 2 de marzo del 1936, mediante el Decreto número 1523, se creó la Policía Nacional.
Uno de los objetivos consistía en mantener el orden, la tranquilidad pública, la seguridad de las personas, y la propiedad.
La persecución de los delincuentes y su sometimiento a la acción de la justicia.
El primer jefe de la Policía Nacional, fue el coronel Miguel A. Román hijo.
El presidente de la República Rafael Leónidas Trujillo Molina, hizo de la policía un instrumento de represión política para consolidar y mantenerse en el poder.
La policía tenía una férrea disciplina militar y de absoluta obediencia a Trujillo.
La facha de la entrada principal del Palacio de la policía era un símbolo de la tiranía de Trujillo donde se maltrataba a los ciudadanos, en particular a los opositores del régimen, quienes eran golpeados, torturados y asesinados.
Todo esto sucedía dentro del edificio cuya escalinata servía de plataforma para subir a la cúspide del poder ejercido por el jefe de turno.
Esos tiempos de oprobios felizmente fueron superados. Ahora con un concepto humanista, moderno y de aproximación a la ciudadanía el gobierno del Presidente Medina da una pincelada a la fachada del Palacio Nacional que exhibe un diseño arquitectónico propio de un modelo policial basado en la apertura a la comunidad que magistralmente desarrolla el Mayor General Manuel E. Castro Castillo, respetando los derechos ciudadanos haciendo cumplir las leyes sin menoscabo de la autoridad.
Cuando históricamente se hable del Palacio de la Policía Nacional se tendrá que partir de Rafael Leónidas Trujillo Molina y el presidente humanista, decente, respetuoso y trabajador llamado Danilo Medina. No hay dudas de que son dos fechadas y dos policías diferentes. Cada una situada en el momento que le toca vivir.
El Mayor General Castro Castillo, es un innovador que por donde pasa deja obras, una hoja de servicio transparente, de honestidad y moderna cambiando la mascota escribir donde se recibían las querellas por un sistema computarizado. Así lo hizo en La Romana donde transformó el cuartel general de la uniformada, a pesar de los obstáculos que les ponían sus adversarios dentro de policía a la que le servía en cuerpo y alma.
Fue La Romana una prueba de fuego que pulverizó a los amargados y egoístas que se resisten a un cambio de conducta que implica una policía responsable, disciplinada y de resultados, no la policía de búsqueda de allante y el movimiento.
El presidente Medina viene respaldando la labor policial del Mayor General Castro Castillo entregándole vehículos, motocicletas, equipos de comunicación, armas, implementos, ropas, botas, cananas, computadoras y lo que se necesite para adecuarla a los nuevos tiempos.
Se vive una época grandiosa donde los hombres y mujeres de gris reciben los beneficios de los esfuerzos que se hacen desde la presidencia de la República para aumentar los sueldos, impulsar la construcción de apartamentos y suplir otras necesidades. Paso a Paso con Danilo y Castro Castillo la policía avanza.
Eso hasta los ciegos lo ven.
Las fachadas de Trujillo y Danilo en la Policía
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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