En verdad el Proceso Bolivariano se halla en la “hora de la verdad”, como afirma Carlos Carcione, quien se refiere a lo que aparece en medios de comunicación como la “campaña internacional de desinformación que se refleja en todos los grandes medios internacionales”.
La humanidad ha vivido y conocido constantemente ese proceso manipulador de imágenes y discursos que desorientan u “orientan hacia el sendero que se desea destacar”, y tal y como sostiene Carcione, para nadie es un secreto que la gravedad de la crisis venezolana no se trata solo del sabotaje petrolero, ni siquiera de la desestabilización de los tristes hechos de muertes que han tenido lugar en la hermana tierra; todo esto va más allá de lo particular, para convertirse en problema de todos y todas en el mundo y, sobre todo en esta parte del orbe, donde la nación venezolana, no solo ha aportado apoyo a los pueblos de la región, sino que continúa siendo el fiel de Latinoamérica en un momento histórico y concreto nunca antes visto.
“La hora de verdad ha llegado”, y es muy cierto que pese a la ausencia del liderazgo de Hugo Chávez, y a su esfuerzo hasta el momento mismo de la muerte por lograr que permanecieran las conquistas sociales y la unidad de los pueblos de América, nadie puede negar los 5 millones de personas sacadas de la pobreza; la reducción de la mortalidad infantil; la erradicación del analfabetismo y otros aspectos que responden la interrogante de Ignacio Ramonet: “¿Por qué entonces las protestas?” y lo que el mismo director de Le Monde diplomatique en español acota: “ No olvidemos que la Venezuela chavista –por poseer las principales reservas de hidrocarburos del planeta– ha sido (y será) siempre objeto de tentativas de desestabilización y de campañas mediáticas sistemáticamente hostiles”.
Venezuela duele a todos
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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