Chris Paul regresó por todo lo alto a la NBA

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Los Ángeles.- La algarabía, emoción y energía por el inminente regreso de Chris Paul a la alineación de Los Angeles Clippers se notaba desde temprano en el STAPLES Center.
 
Finalmente había llegado el día, y la incógnita pasaba por ver cómo se integraría a sus compañeros, como se encontraba su hombro y si su presencia alteraría la química ofensiva que había desarrollado el equipo en su ausencia.
 
Vaya si las dudas quedaron despejadas. Los Clippers consiguieron la victoria más abultada de la historia de la franquicia, una paliza de 45 puntos sin atenuantes, en la que por momentos parecía que estaban enfrentando a un equipo de preparatoria.
 
Fue la tormenta perfecta, mezcla de una noche inolvidable de Paul, Blake Griffin y compañía y una actuación tan pobre de los Philadelphia 76ers que su entrenador Brett Brown seguramente tendrá pesadillas.
 
«Fue una de esas noches», resumió Griffin. «Erraron tiros fáciles y nosotros metimos todo y jugamos bien defensivamente».
 
Doc Rivers se lamentó por su colega al tiempo que resaltó la energía de los suyos.
 
«Fue una combinación de ambos», dijo. «Ellos son un equipo joven y que está con problemas. Es difícil, y he estado en los zapatos de Brett. Su trabajo es seguir entrenándolos. Nuestra energía fue increíble». Los Clippers ganaron el primer cuarto por 31 puntos (46-15), anotaron al menos 100 tras tres periodos por cuarta vez en la temporada y llegaron a sacar una ventaja de 56 tantos.
 
Paul tuvo el retorno perfecto, disputando solo 23 minutos que le alcanzaron para repartir ocho asistencias.
 
«Jugó fantástico», dijo Rivers. «Se chocó gente que es algo bueno. Sus pases, es lo que sabe hacer y tuvo algunos problemas de manejo pero en general fue increíble».
 
El armador no ocultó su alegría de volver a estar en cancha.
 
«Se sintió genial jugar», dijo. «Nunca sabes cómo va a ser hasta que estas compitiendo. Se sintió bien competir».
 
Su presencia enalteció las virtudes que el equipo ya venía mostrando en los últimos cotejos, y para nada opacó la labor de Griffin.
 
El delantero acumuló 26 puntos, 11 rebotes y seis asistencias en solo 25 minutos de juego, y conectó dos volcadas espectaculares en combinación con Paul. Rivers se jactó de haber avisado que no habría problemas de convivencia.
 
«Les dije que sería mejor con ambas opciones disponibles», apuntó. «Nuestro ritmo fue por momentos demasiado rápido pero cuando juegas así muchas cosas buenas suceden».
 
Los Clippers jugaron a la velocidad de la luz y el marcador lo reflejó.
 
«Estaban emocionados de tener a Chris de nuevo en la alineación», dijo el estratega. «Se podía ver por cómo corrían y eso dice cómo está el equipo en cuanto a la unidad».
 
Paul coincidió. «Fue el ritmo», aseguró. «Sabía que si subíamos el ritmo y conseguíamos paradas… lo que vi desde afuera es lo buena que es la defensa».
 
Griffin agregó que el estilo veloz de Philadelphia les jugó a favor. «Fue un ritmo rápido pero porque ellos también juegan rápido», dijo. «Sentimos que podemos jugar de esa forma y que nos favorece».
 
Eso, en combinación con una defensa que mostró su potencial ante un sólido equipo ofensivo, resultó ser la receta para una noche que quedará grabada en los libros de historia.