El segundo diálogo entre las comisiones de República Dominicana y Haití se llevó a cabo y de estas conversaciones nacieron seis acuerdos sobre aduanas, agricultura, migración, policía, medio ambiente y lucha contra el narcotráfico.
Lo importante de estos encuentros no es solo que se multipliquen acuerdos de convivencia bilateral que benefician a los unos y los otros, sino que recordemos esa realidad de cercanía geográfica, que más allá de diferencias de idioma, culturas y más, representan un hilo continuo de mediaciones inevitables.
El tema migratorio se trató, claro está, con la propuesta por República Dominicana de poner en marcha del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros, y la entrada en vigencia de un nuevo tipo de visado para los trabajadores, estudiantes haitianos, y la confirmación de enviar al Congreso, a partir del próximo 27 de febrero, una ley especial para atender la situación de aquellas personas nacidas aquí, que carecen de documentación.
Si bien Haití reafirmó su compromiso de agilizar la emisión de pasaportes y registro civil a sus nacionales en puestos fronterizos y consulados, trascendió la decisión de “fomentar la comunicación y reflexión conjunta de la ciudadanía”, aunque se propone que sea “por medio del establecimiento de un observatorio binacional financiado por la Unión Europea”, mecanismo que jugará un rol protagónico en la implementación y seguimiento de los aspectos acordados, capaces, además, de visibilizar la situación conjunta bilateral de la manera más objetiva posible.
En marzo será la próxima cita. Mientras, esperemos de allá, acá y acullá, resultados que ameriten los esfuerzos y voluntades que han movido a los dos países. Definitivamente, no debe ser de otra manera.
RD-Haití…se espera resultados
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