De Mercedes Reyes Camilo (doña Chea), y el comerciante y hacendado Enrique Mirabal, nacieron las cuatro hermanas cuyos apellidos honran la historia de la nación dominicana. La primera, Patria Mercedes, vino a este mundo, el 27 de febrero de 1924; le siguió Bélgica Adela, (Dedé), el 29 de febrero de 1925; luego, María Argentina Minerva, el 13 de marzo de 1926 y, por último, Antonia María Teresa, el 15 de octubre de 1935.
Tras el cruel asesinato de sus hermanas en 1960, por la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo, doña Dedé vivió con el corazón cargado de los más imperecederos recuerdos. Cada uno de sus días estuvo dedicado a mantener vivas a las heroínas y asumió su existencia como una especie de prolongación de la heroica familia: “Yo me mantengo sosteniendo sus memorias. Eso es lo que me da fuerzas para seguir adelante”, afirmó en una ocasión.
DominicanosHoy rinde tributo a quien, desde la octogenaria residencia de Ojo de Agua cuidó con la mirada oscura y el pecho fuerte, el aire que los Mirabal resguardaron en aquel sitio mitológico, al igual que la casa que “Mamá Chea” decidió construir, más al centro de Salcedo, cuando Don Enrique falleció, con la intención maternal de proteger a las muchachas que un día salieron por una de las puertas, la misma que ella mandó a cerrar hasta que regresaran y que así se mantiene hasta nuestros días, en ese sitio hoy Museo de las Hermanas Mirabal.
Las manos de Dedé dejaron huellas por todo aquel cúmulo de recuerdos, pertenencias y símbolos que consagran este rincón histórico. Su vida concluye, pero deja cumplida la misión que forjó con empeño.
La muerte de Bélgica Adela Mirabal (Dedé), deja un vacío irremplazable; la única sobreviviente de las Hermanas Mirabal se mantuvo firme “en su jardín”, ese que acompaña el Museo donde reposan los restos de Patria, Minerva y María Teresa y que ahora guardan también su último aliento.
Adiós a Dedé
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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