En días en los cuales conmemoramos los nacimientos de Juan Pablo Duarte (26 de enero de 1813), y José Martí (28 de enero de 1853), representantes de 33 naciones latinoamericanas y caribeñas se reúnen en La Habana para celebrar la II Cumbre de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), esfuerzo de integración regional a la que han antecedido cumbres como la de la Unidad de América Latina y el Caribe, efectuada en México el 23 de febrero de 2010 y la Constitutiva del propio organismo, efectuada durante los días 2 y 3 de diciembre de 2011 en Caracas, Venezuela, con la presencia de Hugo Chávez, quien empleó entonces frases del Libertador Simón Bolívar al calificarla como “… proyecto de unión política, económica, cultural y social más importante de nuestra historia contemporánea’’.
Dedicada ahora a analizar los problemas del hambre, la pobreza y la desigualdad, esencialmente, la Celac incluye un conglomerado de seres humanos que alcanza la cifra de unos 600 millones de habitantes desde el Río Bravo a la Tierra del Fuego, esparcidos en una superficie que abarca más de 20 millones de kilómetros cuadrados.
Profesores, analistas, politólogos y diversidad de investigadores han puesto la mirada en esta conjunción de países diversos; pero hijos de la misma tierra, que se han propuesto demostrar que pueden y deben tratar agendas que devengan una integración real y marque estrategias comunes, sin las miradas proteccionistas de otrora y con un horizonte que legitime intereses y otorgue voz propia ante las potencias u otras regiones.
Hablar a nombre de la América Latina y el Caribe es el propósito esencial de esta Comunidad. Tal vez “Ha llegado la hora de declarar la segunda independencia”, (parafraseo a José Martí, cuando escribió el 2 de noviembre de 1889, en el Diario La Nación de Buenos Aires, durante el Congreso Internacional de Washington, que sería “el recuento del honor, en que se vea quiénes defienden con energía y mesura la independencia de la América Española, donde está el equilibrio del mundo…”).
Celac, sueños integracionistas
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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