Teniendo en cuenta, como se ha escrito y difundido, que “Las palabras pueden ser fuente de libertad”, resulta pesaroso reconocer que 2013 fue un año trágico para el periodismo latinoamericano y caribeño.
Resulta que en diversos países: “la situación de los medios es dramática. Despidos masivos y malas condiciones laborales hacen del oficio de periodista un acto de sobrevivencia”, sustenta un artículo que vio la luz bajo la firma de Ángela Vásquez Oliver. Pero, también se trata de la integridad física. En República Dominicana, en estos días medios nacionales han publicado la exigencia de la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF), a las autoridades del país de “tomar en serio las amenazas de muerte que viene recibiendo el corresponsal del periódico El Nacional, Pedro Fernández”, por parte de un narcotraficante.
Fernández manifestó su desacuerdo porque propietarios de puntos de drogas, hagan “cualquier cosa a su antojo en de San Francisco de Macorís“.
Según estadísticas publicadas por la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP), adscrita a la Federación Latinoamericana de Periodistas (Felap), en los últimos siete años han sido asesinados 228 periodistas en la región, de ellos 27 en 2007, 26 en 2008, 32 en 2009, 40 en 2010, 39 en 2011, 30 en 2012 y 33 en 2013.
Tal y como apunta RSF, “el riesgo de represalias en República Dominicana es muy elevado para aquellos periodistas que se atreven a denunciar a personajes dedicados al crimen organizado”. A ello se suman otros enfrentamientos con los «Poderes paralelos, crimen organizado, autoridades prepotentes, funcionarios corruptos, fuerzas de seguridad incapaz y abusiva, pobladores irrespetuosos, entre algunos de los escollos que enfrenta el periodismo, ante ciertos «poderes fácticos que actúan en la sombra y procuran silenciar al periodismo”.
Urge insistir en que la Organización de las Naciones Unidas “honre la resolución de su Consejo de Derechos Humanos, que el 27 de septiembre del 2012 acordó la protección de los periodistas en favor de su seguridad y la libertad de expresión en todo el mundo”. Ah, y que los gobiernos atiendan este llamado.
Silenciar el periodismo
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Story
Page