close

Odebrecht y el gobierno llevarán rock ask a Baní

LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
Facebook
Facebook
Youtube
Instagram

Me inquieté con las advertencias que hace el periodista Felipe Ciprián –un hombre de razón y prudencia– sobre los peligros de las plantas eléctricas a carbón que el gobierno se propone instalar en Baní.
 
Ciprián advierte que estas generadoras son “armas químicas” que envenenan el aire que respiramos: provocan enfermedades, dañan plantaciones, matan los animales e infectan las aguas de los ríos y mares.
 
Sentí pánico, al oír de boca de un técnico del Ministerio de Medio Ambiente (no digo su nombre para evitarle inconvenientes) que “la cura será peor que la enfermad” y que esas plantas producirán la basura tóxica conocida como rock ask.
 
Soy testigo de la pesadilla de una familia allegada a mí, cuando el debate sobre el rock ask traído desde Puerto Rico para Samaná y Monte Cristi, estaba en su punto más alto.
 
El padre de un amigo periodista, que era camionero en el puerto de Manzanillo, contrajo cáncer de piel. Los médicos le explicaron que fue provocado por el rock ask traído de Puerto Rico.
 
Allá tienen plantas a carbón, que quieren descontinuar, no saben qué hacer con la peligrosa basura que producen. Es su dolor de cabeza.
 
Hubo una negociación con el gobierno de Hipólito Mejía y depositaron el rock ask en Arroyo Barril, Samaná; y en Manzanillo, Monte Cristi.
 
El escándalo en la prensa fue intenso. Hubo críticas de ecologistas y del entonces opositor Partido de la Liberación Dominicana (PLD), sacándole provecho en las elecciones de 2004 y las siguientes contiendas electorales.
 
Con el PLD en el poder, no van a traer el rock ask de Puerto Rico, se producirá aquí, en Baní, en dos plantas a carbón. Puerto Rico quiere salir de un problema y el gobierno dominicano –inexplicablemente- se está metiendo en el problema.
 
Según las explicaciones del técnico de Medio Ambiente, estas plantas producen cenizas mortíferas (rock ask) que a su vez es utilizado como material de construcción.
 
Las cenizas, al igual que todo el proceso de operación de las generadoras, emiten radiaciones, dióxido de carbono, hollín, gases venenosos que dañan el entono, hasta llegar a la atmósfera.
 
Parece que la empresa que “ganó” la licitación, la constructora Odebrecht, utilizará las plantas a carbón con doble propósito: producir energía y usar las cenizas como material de construcción.
 
Veamos un fragmento de un informe del cuatro de febrero de 2013 de la Comisión de Recursos Naturales y Asuntos Energéticos del Senado de Puerto Rico: “…AES (Applied Energy Systems) dispuso de sus cenizas enviándolas a República Dominicana. En el 2003 y 2004, se trasladaron por barco 80,000 toneladas de cenizas de carbón a Arroyo Barril, en la costa dominicana, con el fin, se alegó en el momento, de que se procesarían y utilizarían como material de bajo costo para construcción en comunidades pobres.
 
El efecto de la llegada de los desechos fue catastrófico para los residentes de la zona: a los daños iniciales de lesiones pulmonares y cutáneas, provocadas por el fino polvo de las cenizas, se sumaron numerosos defectos congénitos en recién nacidos, como falta de extremidades y abortos.
 
La toxicidad de las cenizas fue documentada por un estudio de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. El Gobierno dominicano entabló una reclamación multimillonaria ante los tribunales de Delaware, que eventualmente fue transada por seis millones de dólares”.
 
Ojalá que el Presidente Danilo Medina nombre una Comisión Técnica Independiente que vaya a Puerto Rico y a Kentucky, Estados Unidos, para que vea la experiencia de esas ciudades en manejo de plantas a carbón y el dolor de cabeza que ese tipo de generación ha provocado.
 
Tal vez eso sirva para evitar un daño irreparable a Baní y a toda la isla.

No Comments

Leave a reply

Post your comment
Enter your name
Your e-mail address

Story Page