Primero fue el receptor Brian Mcann, luego el jardinero Jacoby Ellsbury, y ahora el segunda base Kelly Johnson. Quinén sabe si también Shin-Soo Choo. Lo cierto es que todos los caminos conducen a que los seguidores de los Yankees de Nueva York disfrutaron por última vez de Robinson Cano con el uniforme rayado del conjunto de El Bronx el pasado 30 de septiembre.
Las últimas tres contrataciones de los Yankees Mandan una clara señal de que el divorcio en entre el espectacular segunda base dominicano y la organización está a punto de consumarse, salvo un giro inesperado entre ambas partes en el aspecto económico.
Los representantes de Canó, de 31 primaveras, pusieron la incredible cifra de 300 millones de dólares por diez años para que él permanezca en Nueva York, y luego la a 260 millones por ocho temporadas, mientras que los Yankees ofrecen 160 millones por 7 años.
Todavía bajando sus pretensiones a, digamos, 200 millones de los verdes, por ocho temporadas, ese es el tipo de contratos que los Yankees le dieron a Alex Rodríguez. Y seamos honestos, nadie a parte de A-Rod piensa que ese fue un buen acuerdo, mismo al que le faltan todavía de los diez por lo que firmó el tercera base dominicano.
“Sinceramente queríamos tenerlo y nos gustaría contar con él. Pero él está en una posición en la que tendrá las oportunidades y opciones”, le dijo el gerente general, Brian Cashamn, al diario New York Post sobre la actual situación de la negociación.
Por eso, tras fallidas reuniones con los agentes de Canó, los Steinbrenner y el gerente general Brian Cashman comenzaron a reclutar a jugadores en la agencia libre.
McCann fue contratado por cinco años y 85 millones, Ellsbury, quien viene de ganar la Serie Mundial con los archirrivales Medias Rojas de Boston, llegó a un acuerdo de siete temporadas y 153 millones,y Kelly lo hizo por la módica suma de 3 millones por una campaña. Si sumamos todas esas cantidades da un total de 244 millones dólares, 16 millones menos por tres jugadores, bateadores zurdos y capaces de producer, si están sanos toda la temporada, por lo menos entre 48 a 50 jonrones, 22 o 23 jonrones más de lo que puede aportar Canó.
Además, Ellsbury les trae a los Yankees más velocidad en las bases, más promedio de embase de por vida que el dominicano. El jardinero central se estafó 52 bases comparado con las 7 almohadillas hurtadas del intermedista caribeño.
Y no es que Ellsbury, McCann o Kelly sean mejor que Canó; no. Simplemente que para los Yankees los tres le costaría más barato que Canó en términos de económicos para la próxima temporada y las demás por venir.
Los ejecutivos de Nueva York no quieren sobrepasar el tope de 189 millones en concepto de impuesto de lujo, el cual incluye alrededor de 177 millones por los salarios de su roster de 40 jugadores y casi 12 millones en beneficios.
Esas adquisiciones dejaría la nómina de los Yankees en 138 millones de dólares para 10 jugadores.
Lo cierto es que Canó perdería la oportunidad única de convertirse en el líder y figura absoluta la franquicia más laureada del deporte nacional de Estados Unidos, der ser un icono como lo han sido Babe Ruth, Lou Gehrig, Mickey Manttle, Don Mattingly y Derek Jeter. También de algún día, si sigue poniendo numeritos para un segunda base como lo ha hecho, llegar al Salón de la Fama de Cooperstown con el legendario uniforme yanquista.
*Sadiel Lebrón es miembro de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, por sus siglás en inglés). Lo puedes seguir en su blog: www.mianalisisdeportivo.blogspot.com
Los Yankees mejoran con o sin Canó
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