En las últimas dos temporadas de Grandes Ligas se han dado dos casos en particular que me han llamado poderosamente la atención. Dos jugadores dominicanos, de los varios que han sido suspendidos por consumo de esteroides, han sido premiados con contratos millonarios por su poco decoroso comportamiento.
Voy directo al grano. Me refiero al jardinero Melky Cabrera y el campocorto Jhonny Peralta.
Cabrera, una promesa sin cumplir con los Yankees de Nueva York, pero que después de salir del conjunto de El Bronx súbitamente se convirtió en un amenaza con los Reales de Kansas City -tras pasar un año sin pena ni gloria con los Bravos de Atlanta- en la temporada de 2010-, siguiendo con una sorpresiva campaña en 2011 con los Reales de Kansas City, en la que bateo .305 (201 hits), con 18 jonrones y 87 remolcadas, además de 102 anotadas y 20 bases robadas, estadísticas suficientes para que agenciarse un puesto la temporada siguiente (2012) con los Gigantes de San Francisco tras ser cajeado por los Reales.
Con el equipo de la bahía californiana, Cabrera sorprendió a todo el mundo con un mes de mayo que incluso supero a la leyenda local y nacional Willie Mays con más hits en ese mes con 50, y al día siguiente empato con Randy Winn con 51 imparables para cualquier mes en la historia del equipo. Pero eso no quedo ahí, su buena racha y sorprendente bateo lo llevaron al Juego de Estrellas e incluso ganó el premio MVP del Clásico de mitad de temporada.
Había algo raro en el súbito cambio de Cabrera, un jardinero de poca monta con los Yankees y los Bravos, que de repente era un azote con el madero. Esas sospechas se confirmaron el 15 de agosto de ese año cuando fue suspendido por dar positivo en las pruebas de dopaje que arrojaron un alto nivel de testosterona, provocando su inmediata suspensión por 50 juegos y su ausencia en la postemporada, la cual ganó el ex equipo de Barry Bonds, ligado perpetuamente al uso y abuso de esteroides.
Pero por cosas del mercado de Grandes Ligas, Cabrera fue premiado en 2013 con un contrato de 16 millones de dólares y dos temporadas por los Azulejos de Toronto.
Una disculpa pública mediante un comunicado y ante los medios durante el anuncio de su contrato, fue lo que necesitó Cabrera para conmover a algunos. Pero esas disculpas tuvieron que ser guardadas en el cajón de las mentiras cuando a comienzo de junio de este ano su nombre apareció en el ahora infame listado de los clientes de la clínica antienvejecimiento Biogénesis de Florida, que, supuestamente, se dedicaba a suplir esteroides a figuras del béisbol como Alex Rodríguez, Ryan Braun, Bartolo Colón, y Cabera y el mismo Jhonny Peralta.
Precisamente Peralta, de 32 anos, y quien la temporada pasada cosechó promedio de bateo de .303 con 11 jonrones y 55 remolcadas en 107 juegos, recibió a comienzos de la semana pasada un lucrativo contrato por parte de los Cardenales de San Luis valorado en 53 millones de los verdes por cuatro temporadas. Pero este acuerdo trajo consigo mucha polémica por parte de la prensa en Estados Unidos teniendo en cuenta que lo sucedido con Peralta y su suspensión debido al caso de la referida clínica.
Sin embargo, el gerente general de los Cardenales, John Mozeliak, defendió el acuerdo diciendo “la organización no es policía de la moral” para no firmar jugadores que puedan ser productivos para ellos.
Y tiene razón. De hecho, no hay una regla en las Grandes Ligas que lo impida.
Peralta es un jugador que puede batear y su defensa ha mejorado un mundo en la posición seis del cuadro interior, especialmente con los Tigres de Detroit. Además, le va a dar a San Luis más profundidad en la alineación, al menos más que Peter Kozma.
Sin embargo, estos jugadores vivirán por el resto de sus carreras y de sus vidas ligados a los esteroides, una mancha dolorosa y vergonzosa. Pero como “la necesidad tiene caraja de hereje”, como dice el viejo dicho, los equipos de Grandes Ligas van a firmar a estos jugadores que incurren en trampas para mejorar el rendimiento debido al mercado y sus necesidades, y Cabrera y el propio Peralta han sido un ejemplo de esta variante en la mejor liga del mundo.
Ellos no serán los únicos en ser premiados. Habrá más y más en los años por venir.
*Sadiel Lebrón es miembro de la Asociación de Escritores de Béisbol de América (BBWAA, por sus siglas en inglés). Lo puedes seguir en su blog: www.mianalisisdeportivo.blogspot.com
Hacen trampa y son premiados con millones
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