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En mi bitácora están grabadas mis andanzas. A los 26 veranos había atravesado el Océano Atlántico a bordo del yate Moineau haciendo la navegación con el capitán John Percival, singladuras a Cannes, Francia, 1953.
En la biblioteca del ingeniero Don Félix Benítez Rexach, en su villa Baggatelle, leía, leía y escribía notas traduciendo del idioma francés. Muy frecuente Don Félix comentaba mis apuntes, era como unir su vivencia con una inteligencia viva, educativa.
Hoy 25 de noviembre de 2013 a las 05:10 viendo mis viejos apuntes me permito entregar a mis amables lectores: El rey Darío le escribe al filósofo Heráclito de Efeso y este le contesta.
“El rey Darío quiere participar de tu enseñanza, y de la educación Helénica. Conque acude rápidamente a mi presencia y al Palacio Real. Porque los griegos por lo general no saben distinguir a los sabios y descuidan los buenos consejos de éstos para una enseñanza y formación autentica. Junto a mi tendrás todos los honores, y una conversación cotidiana amable y atenta y una conducta noble de acuerdo con tus preceptos”.
Heráclito de Efeso al rey Darío, salud.
“Todos los que viven sobre la tierra se apartan de la verdad y de la justicia, y a causa de su miserable inconsciencia se aprestan a la codicia y al deseo de fama. Pero yo, que no guardo memoria de cualquier villanía, y que evito la propiedad excesiva de cualquier cosa, que va unida a la envidia, por despreciar además el boato, no quiero acudir a la región de Persia, contentándome con poco, conforme a mi sentir personal”.
Amable lector han transcurrido 60 veranos de aquellos soles y lunas mediterráneos en la Riviera francesa. Realmente no sé el porqué hoy de esta entrega. ¿Cosas de la edad de la aceptación.- Del que vuelve a su pasado.- Iniciativa del amor interno callado o la presencia del amor de Dios en su manera y tiempo? Lo que sea, nos motiva a abrazarlos en el bien.
El autor es vicealmirante retirado de la Armada Dominicana.