El tema ha sido editorializado en no pocos medios. Realmente, el crecimiento de la economía de una nación significa más que una “buena nueva”. El Banco Central acaba de informar que el crecimiento económico de República Dominicana sigue por la trayectoria prevista.
Pero, hasta cuándo se notarán “crecimientos” que no se reflejan en la población y sus necesidades básicas. Amén de que los titulares mediáticos dan fe de que el país alcanzó un incremento del 2.9% del PIB hasta el mes de septiembre, “signo de recuperación de los sectores productivos del país”, y “muestra de confianza en las autoridades”, se encarecen, cada vez más, los alimentos elementales de cada día; sin olvidar que un estudio presentado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), reflexiona sobre regiones del país con “un futuro difícil”. Es el caso de los perfiles de desarrollo humano de la región Enriquillo, por ejemplo, con tasas de analfabetismo y embarazos en adolescentes más altos en el territorio nacional, que impiden “apostar por un desarrollo medianamente sostenible”.
Los círculos de la pobreza y marginación se multiplican y recuerdan que la redistribución del crecimiento económico no se ha logrado, pese a que comisiones del Fondo Monetario Internacional (FMI), y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), hablen de una economía en franca recuperación.
El gobierno de Danilo Medina se ha enfocado en la dinamización económica “combinando un gasto público controlado con el apoyo financiero al sector de la producción y la construcción de nuevas aulas, reconstrucción de escuelas y hospitales, canales de riego y caminos vecinales y nuevas obras viales, destinando a ello multimillonarios recursos”; pero, aun cuando esto sucede y la economía crece, todavía no puede hablarse de mejorías para esa mayoría excluida e invisibilizada.
La economía crece ¿y…?
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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