Padres y amigos, cooperativa de maestros, estudiantes, profesores, directores, el sector privado, las iglesias y la sociedad civil, mediante diferentes organizaciones, han estado inmersos y comprometidos con el proceso que tuvo lugar en el país, a partir de las consultas territoriales llevadas a cabo, a fin de concretar lo relacionado con el Pacto Nacional por Una Educación de Calidad.
Y realmente se ha visto un movimiento fuerte, emotivo y sincero, como consecución o respuesta a lo planteado por el Presidente de la República, Danilo Medina, y con la actuación del ministro de Educación, Carlos Amarante Baret, los principales funcionarios de esa cartera, así como representantes de las instituciones educativas del país, y pueblo en general.
Es que resulta transcendental que- como se ha solicitado-, “los diferentes actores vinculados con el sistema educativo: jóvenes mayores de 13 años, maestros y maestras, padres y madres, organizaciones territoriales, autoridades de gobiernos locales y público en general”, participen sin preámbulos y ponga cada quien su aliento y energía en un tema que trasciende e importa a todos y todas.
La cuestión ha sido identificar propuestas y puntos comunes que ayuden a lograr una educación de calidad en el país y que hasta las denominadas divergencias sirvan y contribuyan con ese objetivo.
En las opiniones se ha destacado la integración de los valores humanos, espirituales y personales y profundizar en el tema de la educación sexual, lo que significa que se han tocado aspectos de los cuales adolece el mundo educacional dominicano.
Igual importancia tiene el papel de la familia en todo este proceso que, definitivamente, debe imponer un futuro de formación muy superior, de acuerdo a como lo asignan los tiempos.
Se logró el Pacto
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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