Un gran corre corre se armó esta semana entre los banqueros de lotería dominicanos que residen en los Estados Unidos, principalmente en Nueva York. Nadie entendía la razón; pero ¿qué sucedió? A los pequeños empresarios se les habían informado que ya estaban vendidos todos los números del próximo sorteo y todas las apuestas apuntaban en una sola dirección. Se escuchó decir a los riferos “ya comenzó la fiesta, el gordo está dando orejas y los números del domingo han sido revelados”. Ay papá; a Dios que reparta suerte y ¡felicidades a los agraciados!
El mismo grupo
El famoso grupo, sí ese mismo que hace todo lo contrario al Rey Midas, que dio un “palo asechado” a la población dominicana al obtener las concesiones de los aeropuertos nacionales por parte de los gobiernos de Hipólito Mejía y Leonel Fernández, está calentando los motores para manejar, a costa de lo que sea, el sector eléctrico. Preparémonos para los apagones.
¡Qué vergüenza!
Salió Vincho y dijo más que lo que todo el mundo sabía sobre la cancelación y baja del Piloto Harold Manzano García, quien es acusado de traficar con drogas. Es una vergüenza que <st1:personname productid=»la DNCD» w:st=»on»>la DNCD</st1:personname>, <st1:personname productid=»la Fuerza A←rea» w:st=»on»><st1:personname productid=»la Fuerza» w:st=»on»>la Fuerza</st1:personname> Aérea</st1:personname> Dominicana y la propia Presidencia de <st1:personname productid=»la Repblica» w:st=»on»>la República</st1:personname>, hayan dado informes diferentes sobre el caso. Las autoridades deben ponerse los pantalones y hacer como Vincho que dijo “al pan, pan y al vino, vino”.
¿A quién le creo?
Rosa Ng, promotora del Barrio Chino, acusa al síndico Roberto Salcedo de querer quebrar a los comerciantes de la vía; pero el incumbente del Ayuntamiento del Distrito Nacional la señala como la persona que diseñó el proyecto del lugar y que desde la misma maqueta era peatonal. ¿A quién le creo? ¡Fuisquiti, Fuisquiti!
La cena
El viernes llegaron al país los empresarios mexicanos que adquirieron las concesiones de los aeropuertos dominicanos a AERODOM y a ellos el empresario dominicano José Luis Abraham, miembro vitalicio de <st1:personname productid=»la Junta» w:st=»on»>la Junta</st1:personname> de Aeronáutica Civil, les tiene preparada una gran cena.
Hasta ahí todo va bien y, quizás, los empresarios aztecas no tengan nada que ver en este asunto; pero las gestiones del señor Abraham dan mucho de qué hablar. Este hombre es miembro de la Junta de Aeronáutica Civil desde los doce años de Balaguer. ¿Cómo ha podido permanecer a través de los años en el cargo? No sabemos; pero es cuestionable.
Además, se ganó 75 millones de dólares con la venta de AERODOM a los mexicanos, sin haber puesto un peso para mantener los aeropuertos dominicanos. Así si es bueno José Luis.