En el reciente gran premio de Singapur pudimos ver de nuevo, como Sebastian Vettel fue abucheado por el respetable mientras era entrevistado en el podio. En el anterior gran premio, celebrado en Monza, también fue abucheado y se achacó sin dudarlo un segundo a que el público era italiano en su mayoría, lo cual para algunos equivale a decir que son todos acérrimos seguidores de Ferrari.
Si repasamos las imágenes del podio de Singapur, Martin Brundle (al parecer los de la FOM no tienen a nadie a quien escoger que no trabaje para una televisión británica) tras hacerle las pertinentes preguntas a Kimi Raikkonen, vuelve hacia Sebastian Vettel. En ese momento el cámara cierra plano centrándose en el ex-piloto británico metido a “periodista” y el tricampeón alemán. Se puede observar que mientras Brundle lanza su pregunta, Fernando Alonso se echa a un lado, lo justo como desaparecer del plano. Apenas décimas de segundo después, en el mismo momento que Brundle está finalizando su pregunta, empiezan los abucheos, el cámara abre el plano y se ve a Fernando Alonso a la derecha de Vettel, en el segundo escalón del podio, brazos en jarra, serio y esperando su turno.
En ese mismo instante, Martin Brundle pide al publico que “no hagan eso, que no es correcto”. Vettel empieza a responder a la pregunta mientras Alonso sigue a lo suyo, los abucheos no cesan y el cámara cierra plano de nuevo centrándose en Vettel y Brundle, casi en el mismo segundo en que los abucheos se tornan en vítores hacia Fernando Alonso, el cual sonríe mientras se puede escuchar “¡Fernando Fernando!”, o al menos eso me pareció oír a mí. Sebastian Vettel no detiene el largo discurso al que suele tenernos habituados para dar una respuesta, pero el cámara abre plano y entonces podemos ver a un Fernando Alonso sonriendo, brazo derecho en alto haciendo el internacional signo de “OK” con el puño cerrado y dedo pulgar levantado hacia arriba.
No es la primera vez que abuchean a Vettel este año. El más reciente que más se recuerda fue en Monza. A muchos les pareció de mal gusto pero con aquello de que era Italia, tierra de Ferrari, estaba lleno de tifosis y demás, a algunos casi les pareció hasta lógico.
