Establecida desde 1981 por la Asamblea General de Naciones Unidas, y conmemorada por primera vez en septiembre de 1982, cada 21 de septiembre celebramos el Día Internacional de la Paz, que coincidió en esta oportunidad con la sesión de apertura de la reunión de la ONU, quien “acompañó su llamado con una invitación al cese de las hostilidades en el planeta”.
La convocatoria de dicho organismo internacional redundó en la ejecución mundial de “la tolerancia y el respeto mutuo entre las personas, así como a educar a las nuevas generaciones en esos valores”.
Mucho se repite siempre que las conmemoraciones de diferentes fechas deben servir como vías de concientización y un llamado, en este caso, al propósito de educar para la paz, promover la enseñanza a los menores de esas costumbres que permitan la coexistencia pacífica, la tolerancia y el respeto a la diversidad.
Precisamente, la ONU ha dado a conocer una vez más que 60 millones de infantes no tienen acceso a la educación, y muchos otros necesitan reciben una precaria enseñanza, “escenario que considera desfavorable de cara a la aspiración de un mundo sin guerras”.
No solo para el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, el Día Internacional de la Paz debe ser un momento de reflexión, meditación, oración y diálogos que redunden en la necesidad de la no violencia.
Este 21 de septiembre, cuando la Asamblea General ha decretado reforzar los ideales de la paz entre todas las naciones y pueblos del mundo, sería de vital importancia que el gobierno de Estados Unidos volcara su mirada a este llamado global, al no a la guerra, que significan definitivamente, la subsistencia de la raza humana.
Tolerancia y respeto
LA VOZ DE LOS QUE NO LA TIENEN ||
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