EEUU y Cuba discuten reanudación correos directos

Estados Unidos y Cuba concluyeron su segunda ronda de conversaciones encaminadas a restablecer el servicio de correo directo entre ambos países después de una prohibición de 50 años, pero dejaron para después el tema más delicado – el aterrizaje de aviones cubanos en territorio estadounidense.
 
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba dijo que ambas partes acordaron continuar las negociaciones en un futuro próximo y que puso énfasis en que la transportación del correo por vías regulares directas en ambas direcciones era clave para su resolución exitosa.
 
El Departamento de Estado estadounidense se expresó de manera similar en un comunicado: «El objetivo de las conversaciones es que Estados Unidos y Cuba decidan los detalles de un programa piloto para el transporte directo de correo entre los dos países».
 
La Habana sostuvo que las conversaciones entre los servicios postales de ambos países se llevaron a cabo «de manera respetuosa», y la Sección de Intereses de Estados Unidos dijo que funcionarios estadounidenses «describieron las conversaciones como productivas».
 
La delegación estadounidense, encabezada por la directora ejecutiva de los servicios postales internacionales de ese país, Lea Emerson, recorrerá el martes las instalaciones de correo cubanas, dijo que la Sección de Intereses de Estados Unidos.
 
Los dos países no tienen relaciones diplomáticas, pero mantienen misiones de bajo nivel en sus respectivas capitales.
 
El servicio de correo directo entre Estados Unidos y Cuba se encuentra suspendido desde 1963. Pese a esto, cartas y otra correspondencia han fluido entre ambos países separados por unos 145 kilómetros a través de otras naciones como Canadá, México y Panamá.
 
Las relaciones entre ambos países están congeladas desde poco después de 1959, fecha en que se produjo la revolución cubana liderada por el ex presidente Fidel Castro. Washington ha mantenido severas sanciones económicas y comerciales sobre La Habana desde hace más de medio siglo.
 
Las conversaciones del lunes se llevaron a cabo en medio de algunas señales de que el Gobierno de Barack Obama y el presidente Raúl Castro no han dejado completamente de lado la posibilidad de mejorar en cierto modo las hostiles relaciones entre los viejos enemigos.
 
El exembajador británico en Cuba, Paul Webster Hare, quien actualmente dicta clases de relaciones internacionales en la Universidad de Boston, dijo que fue significativa la decisión de la isla de no permitir al ex agente de inteligencia Edward Snowden volar de Rusia a Cuba en su camino hacia el exilio en América Latina.
 
«Los cubanos reconocieron que para cualquier perspectiva de mejoras necesitaban evitar situaciones irritantes a largo plazo», dijo.
 
Contactos intermitentes
 
Obama reinició las conversaciones sobre emigración y el servicio postal con Cuba en el 2009, ambas suspendidas por la administración de George W. Bush en el 2004.
 
Estas conversaciones por separado también fueron vistas en su momento como un signo de deshielo durante el Gobierno de Obama, quien había relajado las restricciones anteriores relativas a las remesas y a los viajes para los cubanos-estadounidenses.
 
Pero ambas negociaciones fueron nuevamente suspendidas poco después de la detención en la isla del contratista estadounidense Alan Gross, condenado en el 2011 a 15 años de cárcel por su rol en la creación de una ilegal red de Internet que escapaba al control estatal del país comunista.
 
Las autoridades cubanas han hecho alusión a un posible intercambio de Gross por cuatro ex agentes de inteligencia cubanos presos en Estados Unidos desde hace 15 años por cargos de espionaje.
 
En agosto, Cuba permitió la visita de un médico estadounidense a Gross, algo a lo que se había negado en el pasado.
 
Algunos analistas sostienen que un impulso a las relaciones entre La Habana y Washington dependerá de la liberación de Gross y de los cuatro ex agentes cubanos, mientras que otros consideran que avances en asuntos secundarios podrían conducir a un cambio más significativo.
 
«La liberación podría llegar en última instancia de un proceso de mejoras en las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, donde ambas naciones se empeñen en progresar», dijo Carlos Saladrigas, un exitoso empresario cubano-estadounidense que aboga por un compromiso con su tierra natal y dirige a un grupo de personas afines que se conoce como Cuba Study Group.

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