Entre basura y delincuencia se vive en el sector de Villa Duarte, en el municipio Santo Domingo Este, específicamente en la cabeza del Puente Ramón Matías Mella o de la “Bicicleta”.
Los moradores del lugar se quejan de que las autoridades municipales y el gobierno central se hacen de oídos sordos ante sus reclamos.
La delincuencia es tal, que los padres de familias tienen que acompañar sus hijos a las escuelas para evitar que sean atracados y agredidos por los antisociales que mantienen el barrio en zozobra.
Los locales comerciales cierran sus puertas a tempranas horas de la noche. Los que más pueden contratan seguridad privada para proteger sus mercancías.
Fernando Olivo, empleado de un taller de mecánica, comentó que debido a la gran cantidad de atracos que se cometen en la zona, su empleador decidió dar servicio hasta las 5:00 de la tarde, a sabiendas de que muchos clientes aprovechan esa hora para chequear sus vehículos.
Vitalia Maduro, residente por más de 25 años en la calle Primera, relató que vive nerviosa en su propia casa, desde aquella vez que dos delincuentes la atracaron en la puerta de su hogar, levándole una cadena que tenía en el cuello.
Agregó que desde ese momento, vive con las puertas cerradas y no le abre a nadie después de las 5:00 de la tarde, hora en que, incluso, algunos vecinos han sido atacados por los antisociales.
Los residentes de Villa Duarte dijeron que en varias ocasiones han solicitado ayuda de los agentes policiales, pero no reciben respuestas, por lo que condenaron la indiferencia de las autoridades ante el llamado de auxilio.
Pero no sólo la delincuencia constituye un dolor de cabeza para los lugareños, sino también la putrefacción de la basura, que no es recogida a tiempo por el Ayuntamiento de Santo Domingo Este, que dirige el síndico Juan de los Santos.
Arelis Corniel, quien vive en la calle Principal, explicó a DominicanosHoy.com que el camión de la basura pasa de vez en cuando, obligándolos tirar la basura en la vía pública.
Añadió que en el improvisado basurero han encontrado fetos envueltos en fundas plásticas, viviendo el horror de ver como los perros se los comen.
La Junta de vecinos ha pedido al Ayuntamiento que coloque un contenedor para evitar el desorden de basura; pero la institución hace caso omiso a sus reclamos, pese a que el hedor de los desperdicios produce afecciones respiratorias a niños y ancianos.
Ramón Antonio González, también residente en Villa Duarte, dijo con gran impotencia que los filtrantes del barrio están tapados, y cuando llueve las calles se inunda de agua y basura, convirtiendo el sector en un caos.